Ambos habían terminado su habitual sesión de crossfit y él se retiraba a su domicilio en La Puntilla, Samborondón, para luego salir seguramente hacia la estación televisiva, donde era el presentador de una revista familiar. Ruales cumplía con su rutina. Tenía 36 años.
El general César Zapata, comandante de la Policía Nacional en la Zona 8, que comprende Guayaquil, Durán y Samborondón, dijo que posiblemente le habían hecho seguimiento, que en la escena hallaron el teléfono celular, documentos y demás pertenencias de la víctima. Descartó el robo.
Mencionó que los tiros por el lado izquierdo provinieron de otro carro «también alto» y que buscaban esclarecer el origen del disparo derecho.
Podría tratarse de un segundo grupo de atacantes. Del primer punto hay un video confirmatorio que deja oír las detonaciones y permite apreciar que la Ford Explorer rueda al menos 20 metros antes de quedarse en la puerta de una unidad educativa cerrada como todas en Guayaquil por efecto de la pandemia del COVID-19.
El carro que habrían utilizado los victimarios sería un Gran Vitara color azul, según lo manifestado por testigos y así constó en el parte policial.
«En la empresa (…) ubicada cerca del gimnasio (…) se revisó las grabaciones de las cámaras de videovigilancia donde se observa que a las 07:17 pasa el occiso a bordo de su vehículo y metros atrás le sigue un vehículo Gran Vitara color azul sin más características», agregaron los policías en el informe preliminar.
La Fiscalía solicitó más videos a las empresas del área y al sistema ECU911 Guayaquil.
Los empleados de las industrias esperaron para avanzar a sus trabajos ya que la escena en la calle Guillermo Cubillo fue cerrada en un tramo de cinco cuadras. Y en medio de agentes que cumplían con el peritaje preliminar antes del levantamiento del cadáver, Alejandra Jaramillo se mantuvo acompañada de otros uniformados.
Estos recibieron en la escena a familiares, incluido el hermano de Ruales al que debieron contener ya que desoyó la orden de alto, producto de la conmoción. Un allegado, con el uniforme de una empresa que no era Ecuavisa, se sentó en la vereda y lloró por minutos. Hizo una llamada antes de retirarse con Érick Mujica, uno de los amigos con quienes el comunicador compartió su afición por la música.
El cadáver había sido trasladado al Laboratorio de Ciencias Forenses y Criminalística. Allá se volcaron parientes, amigos y fanáticos del talento de pantalla. Al grito de ¡Justicia!, el féretro fue sacado alrededor de las 15:00 de este miércoles para la velación.
El crimen al estilo sicariato se produjo minutos antes de las 07:30 en Guillermo Cubillo y avenida Juan Tanca Marengo y desató una ola de manifestaciones ciudadanas de indignación y de demanda de acciones efectivas para propiciar la relativa calma en el Puerto Principal.
Los reclamos en redes incluso rayaron en la desinformación, con la aseveración inicial de que supuestamente Ruales tenía pendiente horas después declarar en una investigación por delincuencia organizada, ligada al comercio irregular de insumos médicos durante los meses críticos de la pandemia. O que los supuestos asesinos habían sido atrapados.
La Fiscalía, que inició una investigación de oficio, negó el primer punto. El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, indicó que la Policía Nacional había desplegado sus unidades investigativas y de inteligencia para esclarecer el caso.
Anoche, Pazmiño indicó que hay tres personas calificadas como «sospechosas» e informó sobre el hallazgo de un vehículo incinerado que se habría utilizado para el cometimiento del asesinato.
Asolada por la violencia criminal, pese al reforzamiento de la vigilancia con el despliegue de uniformados de esa institución y de las Fuerzas Armadas, el miércoles 27 Guayaquil registraba 27 muertes violentas sin que haya terminado el primer mes del 2021.
Según fuentes de la Policía Nacional, Guayas sumaba 45 casos. En enero 2019, en Guayaquil fueron 34.
Nota Original: El Universo – LINK