Se trata del centro de Portoviejo y parte de la zona de Tarqui en Manta, el centro de Pedernales y Jama, donde el terreno resultó poco apropiado y de mala calidad. No es casualidad que estas sean las zonas y los barrios con mayor destrucción concentrada.
“En principio, en la zona cero, donde se pueda, zona cero de Portoviejo, de Manta, de Pedernales, Jama, se hará espacios públicos, parques, áreas deportivas, para que no haya riesgo de derrumbe de construcciones”, dijo.
Afirmó que “lo que estamos haciendo son estudios serios, sísmicos. Viendo la posibilidad de volver a construir en esos sitios tan afectados.” pues “no podemos volver a construir en el mismo terreno, como presionan algunos”.
Sin embargo, diario Expreso, de forma irresponsable habla de retrasos en la reconstrucción, cuando aún hay remoción de escombros y todavía hay edificaciones en pie pero frágiles. “¿Retraso con respecto a qué? En otros países estos ha durado años”, dijo el Mandatario, quien rechazó la ligereza con la que este medio de comunicación ha enfocado esta información tan sensible para el país.
Según el secretario Técnico del Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva y del Empleo, Carlos Bernal, las zonas afectadas por el sismo tienen el peor tipo de suelo, es decir, un terreno de categoría F, que “coincide un suelo malo y una mala construcción”, por lo que está prohibido nuevas construcciones en esta área.
Un ejemplo es el Hotel Felipe Navarrete, contiguo al centro comercial del mismo nombre, fue demolido apenas la maquina tuvo contacto con su estructura. Durante el Enlace se presentó un video que muestra esta maniobra.
El Presidente aclaró que los dueños del Felipe Navarrete deberán responder ante la justicia por las construcciones.
Fabricio Cevallos, supervisor de Demoliciones del Ministerio de Transporte y Obras Públicas en Manta, explicó que el hotel “ya tenía problemas en su estructura, ya tenía alguna torsión en lo que es el hierro principal y al momento que la máquina comenzó a golpear para su demolición, esta colapsó”.
1.884 edificios deberían ser demolidos en Manta. En el puerto trabajan 167 máquinas y 173 volquetas en esta labor.