Voluntad de Dios, un asentamiento popular de Monte Sinaí, es uno de los sitios elegidos para el plan piloto del Municipio que busca prevenir posibles rebrotes de covid-19 en Guayaquil.
La nueva estrategia de captación de casos arrancó este martes 7 de julio de 2020 en tres sectores de la ciudad. Las zonas escogidas tuvieron una alta incidencia de la enfermedad entre marzo y abril, según revelan los muestreos municipales.
Si bien ahora las cifras son estables en el cantón, el Cabildo plantea establecer un sistema de vigilancia epidemiológica en 17 sectores para detectar y aislar nuevos casos.
El plan consiste en el traslado de una clínica móvil a cada barrio. La Dirección de Salud del Municipio envía médicos, quienes junto a los líderes comunitarios recorrerán las casas en busca de casos y sus contactos.
La alcaldesa Cynthia Viteri visitó este mañana Voluntad de Dios, al noroeste. Allí explicó que 1 600 personas por día, en cada sector, pasarán por un triaje para evaluar síntomas relacionados al coronavirus.
“Si se detecta un posible covid ya no colocaremos un sticker en la casa. Usaremos una aplicación móvil para identificar las viviendas donde se deba cumplir el aislamiento y los líderes comunitarios ayudarán en la vigilancia”, indicó.
En estos casos, la Alcaldía se encargará de la medicación y entregará kits de alimentos. Esta primera fase abarca también en los sectores Casitas del Guasmo, al sur; y una zona del Suburbio, al oeste.
La intervención durará entre dos y tres semanas, según los resultados. Posteriormente el plan se extenderá a otras zonas, ubicadas en las siete parroquias que reportaron más casos positivos.
El epidemiólogo Carlos Farhat, coordinador de Salud del Cabildo, explica que inicialmente el diagnóstico será clínico -por síntomas-. Luego harán pruebas de PCR para verificar el cuadro. “Si detectamos un caso complejo contamos con ambulancias para el traslado a los hospitales del día del Municipio o a otras casas de salud”.
Guayaquil registraba hasta ayer 11 006 casos confirmados de covid-19, según informes del Ministerio de Salud Pública. Los reportes de hospitales públicos y del IESS evidencian que hay más del 50% de disponibilidad de camas en unidades de cuidados intensivos.
Desde el pasado 20 de mayo el cantón se mantiene en semáforo amarillo. La alcaldesa ha dicho que en agosto se analizaría un posible cambio.
Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK