El pasado 25 de septiembre se produjo un derrame de petróleo en el río Teteye, en Lago Agrio. 12 días después, Petroecuador informó que el incidente habría ocurrido por presunto “sabotaje” en la línea de alta presión del sistema Power Oil del pozo Lago 32 del Bloque 56, en la provincia de Sucumbíos.

Créditos: Captura de video del derrame de petróleo en el río Teteye

La estatal petrolera detalló, en un comunicado, que “dentro de las acciones inmediatas que se tomaron al detectar el incidente, se reforzaron los puntos de control y se procedió a la recuperación del crudo”, y agregó que cuentan con la ayuda de equipos especializados de seguridad, salud, ambiente y del proyecto Amazonía Viva.

En NotiMundo Estelar, Fernando Benalcázar, exviceministro de Minas, lamentó que este percance no se haya conocido con antelación y recalcó que es una “falla en contra de todo procedimiento y práctica aceptada internacionalmente para el manejo y respuesta de crisis” y agregó que este evento está afectando a “terceros y cuartos”.

Para Benalcázar, es un error que esto no se haya informado apenas ocurrió y explicó que uno de los primeros pasos que se deben dar cuando ocurren este tipo de crisis es establecer un contacto directo con las comunidades y, en segundo lugar, se debe informar a los medios locales.

“El día de hoy, el río Teteye está cotaminado”, dijo Benalcázar y resaltó que pudo haber omisiones por una caída de presión que se registra en el sistema remoto, o alguien de la comunidad no notificó o ese día (25 de septiembre) se tomaron las acciones inmediatas.

Agregó que este riachuelo ha sido una “víctima” del desarrollo petrolero por lo cual, si no hubo una respuesta inmediata de apoyo a la comunidad, las consecuencias serían graves para los habitantes. “Quienes se abastecían del río, aguas abajo del punto del derrame, habrán sufrido problemas de alimentación”, mencionó.

Finalmente, manifestó que el sabotaje no es algo nuevo en este tipo de derrames. Por ejemplo, precisó que, durante su gestión se logró identificar a los responsables de dos denuncias sobre este tipo de incidentes. “En Sucumbíos, robarse gasolina es muy común y se juegan la vida porque las condiciones de presión de esas tuberías podrían matar a quienes están haciendo esa actividad”, sostuvo.

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