Solo en el 2017, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social atendió a dos millones de menores de edad. María Elena Valencia, esposa de un afiliado al IESS, tiene un hijo de 8 años diagnosticado con distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad degenerativa.
Es atendido cada tres o seis meses por un especialista del Hospital Carlos Andrade Marín, en Quito.
“La atención ha sido buena y los medicamentos me los han entregado a tiempo”, comenta. La prestación de salud para los hijos de los asegurados es un derecho adquirido gracias a una reforma a la Ley de Seguridad Social efectuada el 2010 y que obligó al IESS a ampliar la cobertura de salud para los hijos de afiliados, de 6 a 18 años de edad. A este grupo se suman los hijos de los jubilados.
Estos representan 4 millones de personas, un número mayor al de afiliados activos; es decir, los 3,6 millones que sí pagan una prima.
Fuente: El Comercio