Para precautelar la seguridad ciudadana, los policías cerraron las calles en los alrededores del plantel, donde los manifestantes lanzaron piedras a elementos de la fuerza pública y hasta quemaron llantas en la vía. Las clases fueron suspendidas.
La Policía estimó que fueron alrededor de 250 supuestos estudiantes que, además, sacaron adoquines de las veredas para agredir a los agentes, quienes respondieron con el lanzamiento de bombas lacrimógenas.
El Ministerio del Interior informó que a causa de las protestas, dos menores fueron aislados a la espera de audiencia de flagrancia por contravenciones. Además ocho policías resultaron heridos, quienes fueron trasladados para su respectivos chequeos médicos.
Alrededor de las 13:30 los desmanes terminaron y los vehículos retomaron la circulación en las vías. En su resolución del martes 19 de junio, la Junta Distrital señala que continuará con el proceso administrativo disciplinario, a fin de indagar y determinar la responsabilidad del docente sobre los mismos.
Además, otorgar medidas de protección a favor de los estudiantes víctimas de los hechos y sus compañeros de curso. Se mantiene la suspensión temporal del docente sumariado de todas sus funciones al interior de la unidad educativa, mientras duren las investigaciones.
Para esto, se dispuso al rector del Colegio Mejía vigilar el estricto cumplimiento de las medidas de protección otorgadas Las autoridades de Educación han recalcado su rechazo a la violencia en todas sus formas. «Aunque fuera mínima, no es compatible con la ley ni con los tiempos actuales ni con la educación moderna», dijo el ministro Fander Falconí.
Fuente: El Telégrafo