A la millonaria inversión en la compra del helicóptero del Cuerpo de Bomberos de Quito la abruman al menos ocho problemas y presuntas irregularidades que han hecho necesaria la intervención de la Contraloría General y del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).
De las supuestas irregularidades dan cuenta el examen especial de la Contraloría del Estado y otras observaciones y documentos a los que tuvieron acceso los medios públicos.
Las anomalías tienen que ver con la falta de un estudio de mercado actualizado al momento de la adquisición de la aeronave; posible sobreprecio; conflicto de intereses; los componentes de la nave no cumplían las especificaciones técnicas contenidas en los términos de referencia y ahora ya no tienen garantía.
Además el supuesto helicóptero importado ya estuvo operando en el país; los números de serie de los motores no corresponden a los citados en el documento de entrega; la compañía extranjera que presentó la oferta y ganó tenía subarrendada la aeronave a la otra empresa ofertante; y no se habría tomado en cuenta la Ley de Contratación Pública y una convocatoria competitiva.