El bloqueo en la ciudad fue total. 91 calles fueron cerradas según el reporte de la Agencia Metropolitana de Tránsito, entre ellas, las vías principales que cruzan de norte a sur, los accesos a la ciudad y las avenidas que conducen al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela.
Hubo siete cruces en la av. Occidental, donde los manifestantes se tomaron la calle, encendieron llantas y con palos en mano obligaban a los conductores a detenerse.
En zonas más conflictivas como en los alrededores de la Casa de la Cultura, el Coliseo Rumiñahui y la Villa Flora, si los protestantes observaban taxis o buses, los apedreaban.
Tampoco hubo transporte público. El servicio municipal que durante los últimos 10 días trabajó donde fue posible hacerlo con 253 articulados en la Ecovía y en el trolebús, suspendió su operación a las 11:25. Los negocios permanecieron cerrados.
El aeropuerto Mariscal Sucre no cerró operaciones, pero algunas aerolíneas anunciaron cancelaciones y se suspendieron las llegadas a Quito tanto de vuelos nacionales como internacionales.
El alcalde Jorge Yunda dispuso que 3 500 hombres, entre bomberos, agentes de tránsito, Policía Metropolitana y otras dependencias, salgan a las calles a defender las fuentes de agua y el Metro, e hizo un llamado al diálogo y a la paz.
Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK