Cierres viales. Violencia. Miedo. Agresiones. Intentos de saqueos. Fervor en los que protestan y en los que defienden sus casas. Así vivió la capital el décimo día de manifestaciones en rechazo a las medidas económicas anunciadas por el Gobierno el 2 de octubre. Quito ardió este sábado en el Día de la Interculturalidad.

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En el centro histórico de la ciudad de Quito registró daños al bien público por parte de los manifestantes. Crédito: NotiMundo

El bloqueo en la ciudad fue total. 91 calles fueron cerradas según el reporte de la Agencia Metropolitana de Tránsito, entre ellas, las vías principales que cruzan de norte a sur, los accesos a la ciudad y las avenidas que conducen al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela.

Hubo siete cruces en la av. Occidental, donde los manifestantes se tomaron la calle, encendieron llantas y con palos en mano obligaban a los conductores a detenerse.

En zonas más conflictivas como en los alrededores de la Casa de la Cultura, el Coliseo Rumiñahui y la Villa Flora, si los protestantes observaban taxis o buses, los apedreaban.

Tampoco hubo transporte público. El servicio municipal que durante los últimos 10 días trabajó donde fue posible hacerlo con 253 articulados en la Ecovía y en el trolebús, suspendió su operación a las 11:25. Los negocios permanecieron cerrados.

El aeropuerto Mariscal Sucre no cerró operaciones, pero algunas aerolíneas anunciaron cancelaciones y se suspendieron las llegadas a Quito tanto de vuelos nacionales como internacionales.

El alcalde Jorge Yunda dispuso que 3 500 hombres, entre bomberos, agentes de tránsito, Policía Metropolitana y otras dependencias, salgan a las calles a defender las fuentes de agua y el Metro, e hizo un llamado al diálogo y a la paz.

Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK