El plan de reestructuración de la aerolínea estatal Tame continúa este año. Las principales acciones se enfocan en redimensionar el tamaño de la empresa, lo cual implica avanzar con el recorte de personal, ya anunciado en el 2017; pagar las cuentas pendientes y generar resultados financieros positivos.
El presidente del Directorio de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas, Edisson Garzón, informó que para este año está prevista una disminución de 300 personas en la nómina de la compañía, del área administrativa, como una medida para recortar gastos. Así lo anunció en una entrevista con EL COMERCIO, el jueves pasado (1 de febrero).
El presidente del Directorio de Tame, Ignacio Vallejo, precisó que aún no se ha hecho un análisis completo que permita determinar la cifra exacta de colaboradores que deberán salir de la compañía. Aunque no descartó que la cifra esté entre 200 y 300. Vallejo explicó que las aerolíneas emplean regularmente entre 80 y 100 empleados por aeronave.
Siguiendo ese estándar, la empresa estatal debería tener una nómina de alrededor de 1 100 empleados, ya que proyecta operar solo con 11 aviones. “Hay que hacer un análisis área por área. En el poco tiempo que llevamos lo que hemos hecho es cambiar los mandos principales de la empresa.
Ahora vamos a un segundo nivel”. La nómina de Tame, hasta noviembre del año pasado, era de 1 400 empleados. En la primera etapa de su plan de recorte, en diciembre, la empresa desvinculó a unas 70 personas, indicó Vallejo, aunque en un primer momento se anunció que serían 80 colaboradores.