Tras el desplome, las autoridades clausuraron esta vía que linda con la terminal de ómnibus, una arteria clave conocida como «eixão» (eje grande) y que cruza de norte a sur la ciudad diseñada por Oscar Niemeyer y Lúcio Costa en los años 50.
«Lo más importante es que no hay víctimas», dijo el alcalde de Brasilia, Rodrigo Rollemberg, que se acercó al lugar del derrumbe.
El funcionario reconoció que «son viaductos antiguos» y que varios de esos puentes que cruzan por encima de las calles transversales debieron ser reparados recientemente.
La caída desplomó un bloque completo de dos carriles de varios metros de longitud en medio de un fuerte estruendo que atemorizó a las personas que estaban en la zona, según testimoniaron varios transeúntes.
La cadena Globonews reprodujo un video tomado con un celular desde un automóvil que pasaba por el puente poco después del derrumbe, donde se veía a los vehículos girar en contra dirección para evitar el trecho dañado.
Rollemberg fue interpelado por el estado de este tipo de construcciones, diseminadas en gran parte de una ciudad que en los meses de verano recibe una gran cantidad de lluvias alternadas con periodos de sol incandescente.
Dos días atrás, parte de un estacionamiento privado también se precipitó y dejó autos aplastados y tierra removida.
Fuente: El Universo