La censura y destitución fue planteada por el asambleísta Fabricio Villamar (Creo), quien en la resolución aprobada por el Legislativo incluyó que la documentación del caso fuese remitida a la Fiscalía y a la Contraloría, para que se determinen posibles responsabilidades penales y administrativas. 120 legisladores presentes votaron en el Pleno, con 119 se aprobó la censura y destitución de Ochoa. Además, se registró una abstención.
Carlos Ochoa, en su intervención, aseguró que se dirigía a los ecuatorianos, no a la Asamblea. «He sido convocado por cumplir la ley (de Comunicación), una ley que valga la pena recordar aprobó esta Asamblea, incluso algunos de los que la aprobaron aún ocupan su curúl, ese es mi delito, cumplir con la ley que ustedes aprobaron», manifestó con tono desafiante.
Agregó: «Yo no he traicionado a nadie… Concluyo las funciones con la frente en amplio, amplia, en alto, mirándoles a la cara. ¿Pueden ustedes hacer lo mismo? Vuelvo a mi pueblo, al que me debo, como el periodista sencillo y altivo que soy, al que no pudieron amedrentar».