El receso fue decidido tras unas seis horas de debates y con un resultado parcial de cuatro votos partidarios de negar el recurso de habeas corpus presentado por la defensa de Lula, frente a sólo uno que se pronunció por aceptarlo y a falta de que otros seis jueces que se pronuncien. El recurso intenta que Lula conserve su libertad mientras estén en trámite otras dos apelaciones que le restan, después de que ya ha sido hallado culpable por tribunales de primera y segunda instancia. El primer voto fue emitido por el juez Edson Fachin, instructor del caso «Lava Jato», por el que ha sido condenado el expresidente, y quien recordó que la propia Corte Suprema, en 2016, ya declaró constitucional que una pena comience a ser ejecutada una vez que se ratifique en segunda instancia, como es el caso de Lula.
Según Fachin, un recurso de esa naturaleza sólo puede concederse «en favor de alguien que tenga amenazada su libertad por alguna ilegalidad o abuso de poder», lo que «no es el caso», agregó. «No cabe considerar ilegal, amenaza o abuso de poder dos fallos» de tribunales de primera y segunda instancia, sostuvo. El voto más esperado por especialistas en el área judicial era el de la jueza Rosa Weber, que ha expresado su convicción personal de que una persona no puede ir a prisión hasta tanto se agoten todas las apelaciones, pese a lo cual desde 2016 ha decidido en casos similares según lo expresado entonces por el pleno.
En este caso, pese a que se conjeturaba que su visión sobre el asunto prevalecería sobre la jurisprudencia dictada en 2016, Weber también negó el habeas corpus en favor de Lula. «He negado recursos similares en respeto a lo que en 2016 había decidido el pleno de la corte, en respeto al colegiado», y «lo hice incluso en contra de mis convicciones personales», declaró Weber, quien apuntó que en este caso «no podría ser de otra manera». Weber dijo que si no se tratase de un «caso específico», como es el de Lula, y se tratara de un asunto con «repercusión general», lo cual supone que valdría para todos los condenados en esa situación, su posición pudiera ser otra. En la causa penal a que se refiere el habeas corpus, una de las siete en que responde ante los tribunales, Lula fue hallado culpable de supuestamente haberse beneficiado de las corruptelas en la estatal Petrobras mediante la cesión de un apartamento en un balneario paulista.
En primera instancia, Lula fue condenado a nueve años de cárcel, que fueron ampliados a doce en la segunda instancia.