Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, que libran una puja de años por la supremacía individual en el fútbol, quedaron afuera del torneo el sábado con una diferencia de un par de horas, cuando Argentina cayó 4-3 ante Francia y Portugal sucumbió 2-1 frente a Uruguay.
Los resultados de la primera ronda habían planteado la posibilidad de que Messi y Cristiano se encontrasen en los cuartos de final y los aficionados de todo el mundo comenzaron a relamerse con esa posibilidad dada la rivalidad que hay entre ambos, desde hace una década los dos mejores jugadores del planeta.
El destino dispuso también que el pase de Argentina y Portugal a cuartos de final se definiese el mismo día.
Argentina, que mostró muy poco en el Mundial, llegó a tomar ventaja de 2-1 sobre Francia después de ir perdiendo 1-0 y por un momento dio la sensación de que podía seguir en carrera. Pero los franceses apretaron el acelerador en el complemento, anotaron tres goles en 11 minutos y liquidaron las esperanzas albicelestes.
Portugal, por su parte, remó contra la corriente todo el partido, ya que quedó en desventaja a los seis minutos con el gol de Edinson Cavani. Igualó a los 54 mediante Pepe, pero Cavani marcó su segundo tanto a los 61 y liquidó el pleito.