El próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el domingo que como parte de su plan de austeridad gubernamental reducirá su sueldo al 40% de lo que gana el mandatario actual, una vez que asuma el cargo en diciembre.
«Lo que queremos es que el presupuesto llegue a todos», dijo fuera de su llamada»casa de transición».
Mientras miraba documentos repletos de cifras, López Obrador dijo que tendrá un ingreso mensual de 108.000 pesos (5.707 dólares al tipo de cambio actual) y que ningún funcionario ganará más que el mandatario durante su gestión de seis años. El equipo de transición calcula que el mandatario saliente Enrique Peña Nieto gana 270.000 pesos al mes.
López Obrador dijo que quisiera bajarse aún más el sueldo, pero no quiere causar resentimiento entre los futuros miembros de su gabinete que, en algunos casos, dejarán el sector privado y cargos académicos en donde en donde gozan de mayores ingresos a los del nuevo tope para funcionarios públicos.
Reiteró su compromiso de campaña de reducir otras prestaciones a funcionarios de alto nivel a cargo de los contribuyentes como choferes, escoltas y seguros médicos privados.
La actual residencia presidencial será convertida en centro cultural y los ex mandatarios ya no cobrarán su pensión, apuntó.
López Obrador, que asumirá la presidencia el 1 de diciembre, reiteró su compromiso de erradicar la corrupción. México ocupa el lugar 135 entre 180 países en el índice de Percepción de la Corrupción 2017 de Transparencia Internacional. Los países con número más alto tienen mayores niveles de corrupción en este índice.
Los funcionarios tendrán que declarar públicamente su patrimonio y la corrupción será considerada un delito grave, agregó.
Los simpatizantes reunidos en el lugar aclamaron las propuestas.