Al encuentro que terminará mañana con la presentación de las conclusiones y una declaración de Quito acuden delegados de 12 países: Argentina, Brasil, Bolivia, Costa Rica, Colombia, Chile, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Los puestos que debían ocupar delegados del Gobierno de Nicolás Maduro lucieron vacíos, pues no envió a representantes y tampoco una justificación a su inasistencia.
El canciller subrogante Andrés Terán, al inaugurar la reunión, a las 9:00, los invitó a «coordinar propuestas y acciones frente a la crisis» que, dijo, responde a «la profunda crisis económica y política» que atraviesa Venezuela.
Por iniciativa de la delegación chilena en la reunión también se abordará la situación de los ciudadanos que viven en el país gobernado por Maduro.
El coordinador residente del sistema de Naciones Unidas en Quito, Arnaud Peral, pidió a las autoridades definir soluciones regionales para responder a la ola migratoria. La falta de documentos de muchos migrantes venezolanos y su vulnerabilidad a redes de trata y explotación es parte del análisis.
Según las cifras presentadas en este encuentro, son casi 2.5 millones de venezolanos que se han visto obligados a abandonar su país en los últimos 4 años.