El bote «Miguel Josué» está perdido desde el pasado 18 de diciembre, con tres tripulantes a bordo y su última posición conocida fue a 180 millas náuticas al oeste de Manta, según denuncias recibidas por la Capitanía de ese puerto ecuatoriano.
Mientras, la embarcación «Leandro Jesús» se perdió el 24 de diciembre con dos tripulantes a bordo y su última ubicación anunciada fue a 125 millas náuticas al norte de las Islas Galápagos, después de que no regresara hasta otro barco pesquero mayor que lo remolcaba.
El capitán de navío Freddy Endara, titular en funciones de la Dirnea, informó en un comunicado de que en la operación de búsqueda y rescate emplean lanchas guardacostas oceánicas y aviones navales de exploración aeromarítima.
Asimismo, indicó que se han aplicado normas de coordinación con autoridades internacionales, en caso de que los botes perdidos hayan arribado a puertos de otro país.
«La gente de mar que labora en las embarcaciones de pesca artesanal, tipo fibra con motores fuera de borda, deben tener presente que por seguridad se les dispone operar a una distancia prudente de la costa o del barco nodriza que los remolca», remarcó Endara.
Ello permite mantener comunicaciones permanentes por radiofrecuencia o teléfonos móviles, en caso de requerir apoyo para una eventual situación de emergencia, añadió.
También recordó que los pescadores, en su faenas, deben llevar a bordo los «implementos de seguridad que les permitirán sobrevivir en caso de naufragio», como chalecos y aros salvavidas, y luces de bengala.