Bosé convivió con algunas de las 300 mujeres indígenas que serán beneficiadas con la reconstrucción total de este taller, en el que se lleva a cabo la recreación de textiles antiguos y uso de tintes naturales en sus hilos de algodón y lana, promoviendo el uso de una técnica tradicional indígena: el uso del telar de cintura.
Su primera reacción al entrar al taller fue conocer y conversar con las indígenas que estaban en el telar, preguntarles cómo funciona y externarles su admiración.