Pero la prioridad del Banco de los afiliados, según informó a este Diario, es bajar la tasa de morosidad de la entidad. Este indicador estaba en 6,8% en marzo pasado, el doble de la banca privada.
Con ese objetivo, la entidad aprobó un nuevo plan de reestructuración y refinanciamiento de créditos vencidos, mediante la reforma al Manual de Crédito, vigente desde el pasado 24 de abril.
Los clientes con atrasos menores a 180 días podrán aplicar a la opción de refinanciamiento del capital adeudado y por pagar, en una nueva operación crediticia, a mayor plazo del inicial.
Pero deberán cancelar en su totalidad los intereses vencidos del crédito, los intereses por mora y las primas por seguros, que estén en mora.
Mientras que los afiliados con créditos vencidos por más de seis meses podrán reestructurar el préstamo, en una nueva tabla de amortización, para lo que resta por pagar y el capital en mora.
Para el pago de los intereses vencidos se otorgará el mismo plazo de la nueva operación, sin que se genere interés sobre interés, aclaró la entidad. El Biess había informado en marzo pasado que se otorgaría un plazo de 36 meses para cancelar los intereses vencidos.
Sin embargo, con la reforma al Manual, se otorgará esta nueva facilidad de pago. Para acceder al programa, el cliente solo deberá pagar los montos correspondientes a los intereses por mora y las primas de seguros atrasadas.
En las nuevas operaciones de refinanciamiento y reestructuración, el banco otorgará plazos de hasta 30 años, pero teniendo en cuenta la edad del cliente y el tiempo que ya consumió en la anterior operación del crédito.
Hasta el pasado 9 de mayo, el Biess había recibido 1 600 solicitudes de reestructuración. Aunque el programa está vigente, no todos han podido beneficiarse aún. Alberto A., un jubilado de 61 años, es uno de ellos.
Él accedió a un préstamo por USD 124 000 para la compra de una vivienda usada, en el 2009. En febrero del 2016, luego de casi siete años de pagos cumplidos, perdió su empleo en una empresa agroindustrial.
Se jubiló por vejez con el IESS en agosto del 2017, pero mientras esperaba la jubilación le resultó difícil cancelar el crédito; cuando podía, realizaba algún abono. Actualmente le descuentan de la pensión, pero mantiene un saldo en mora, de más de 200 días de atraso (cerca de ocho meses).
Fuente: El Comercio, nota original: LINK