Los abogados del corredor sudafricano solicitaron permiso al Constitucional para presentar un recurso contra el veredicto dictado el 3 de diciembre por el Tribunal Supremo de Apelación (TSA), que revocó la condena por homicidio que pesaba contra Pistorius y la cambió por una de asesinato, lo que le costará al menos 15 años de cárcel.
El Constitucional debe decidir ahora si existen argumentos para admitir a trámite el recurso del velocista paralímpico.
Pistorius espera en régimen de libertad condicional en la mansión de su familia en Pretoria a conocer la pena que le corresponde tras haber sido condenado por asesinato.
El atleta acabó con la vida de su novia tras disparar a Steenkamp cuatro veces a través de la puerta del baño de su domicilio en la capital sudafricana la madrugada del 14 de febrero de 2013.
En octubre de 2014, la jueza del Tribunal Superior de Pretoria Thokozile Masipa consideró al atleta responsable de un delito de homicidio, al aceptar, como sostenía el velocista, que abrió fuego presa del pánico al confundir a Steenkamp con un ladrón.
Sin embargo, el TSA dio la razón el pasado mes al recurso de la fiscalía y revocó la sentencia dictada en primera instancia, que calificó de «confusa» y llena de errores.
El Alto Tribunal estableció que el deportista debió haber previsto que acabaría con la vida de la persona que se encontraba en el retrete, lo que equivalía a una condena por asesinato.
El TC es la última instancia a la que puede acudir Pistorius para evitar su regreso a la cárcel, que había abandonado el pasado 20 de octubre por buen comportamiento para cumplir en arresto domiciliario el resto de su condena de cinco años, anulada recientemente por el TSA.
La ley sudafricana prevé para los delitos de asesinato una pena mínima de 15 años de cárcel.
Pistorius, de 29 años, alcanzó la cima de su carrera en los Juegos de Londres de 2012, cuando se convirtió en el primer atleta con las dos piernas amputadas de la historia en competir en unas Olimpiadas con atletas no discapacitados.
Un problema genético llevó a los padres de Pistorius a decidir amputarle las dos extremidades inferiores cuando tenía solo once meses.
El sudafricano, que corre sobre dos prótesis de carbono y se había convertido en un icono mundial de coraje y superación en el deporte, cayó en desgracia tras matar a Steenkamp.