Hoy, la Corporación Cultural La Rana Sabia dio a conocer a través de un comunicado que Fernando M. había resuelto separarse del grupo “hasta que se aclare la verdad por vías legales”, con el objetivo de no “afectar el prestigio conseguido a lo largo de 46 años”.
La relación de Bernarda con los fundadores de la Corporación Cultural Rana Sabia era casi familiar. Sus padres trabajaron en proyectos sociales con los titiriteros desde hace más de 30 años. “Nos conocimos por sueños comunes, de trabajar por los niños de la calle, por cambiar el mundo, la sociedad, trabajamos juntos por muchos años. Luego fuimos formando una familia”, cuenta Jaime, el padre de Bernarda.
A inicios de 2012, cuando Bernarda tenía 19 años y estudiaba Antropología, habría recibido la propuesta de ayudar a Fernando M., titiritero de Quito, en una investigación antropológica sobre La Palla, una tradición cultural y religiosa de Alangasí y La Merced. “Él me dijo: ‘Yo te ayudo con tu tesis y tú ayúdame con mi proyecto’”, recuerda Bernarda.
“Siempre tuvimos una amistad permanente. Compartimos sueños, su casa”, dice el padre de la denunciante para explicar por qué él y su esposa habrían accedido a que Bernarda se mudara. Bernarda habría recibido con sorpresa visitas nocturnas de Fernando M. Al inicio, halagos, que pronto se tornaron en palabras incómodas y no deseadas. La situación habría escalado rápidamente. “Hasta que un día se hizo explícito, intentó besarme, me tocó. Yo lloré y le dije que parara. No lo hizo. Me dijo que si decía algo les diría a mis padres que me he portado muy mal, que soy una ingrata después de tanta ayuda que él me dio. Yo tuve miedo y callé”, cuenta Bernarda en Twitter.
Ellas, mis noches estrelladas que me cobijan, alumbran y me arrullan en medio de la oscuridad.
Gratitud infinita mujeres de fuego.@8MNinaWarmi pic.twitter.com/XxbuFkaplp
— Bernarda Robles ? (@bernarda_rm) August 22, 2019
Tras la denuncia pública en la red social, el colectivo de defensa a las víctimas de violencia de género Nina Warmi se contactó con Bernarda para ofrecerle asesoramiento legal. Junto al estudio Jurídico LEX & Laboral/Penal se convirtieron en los representantes legales del caso.
Es evidente el daño, la afectación que ella presenta después de haber sido abusada y violada”, dice Almeida.
Leo en fb la conversación de un grupo de teatro que asegura que la denuncia, hecha formalmente por mi es lamentable porque lo único que logro es dañar «la trayectoria e institucionalidad» de un grupo de arte. Que yo ya «hice el daño» con mi publicación, que el «buen nombre»
— Bernarda Robles ? (@bernarda_rm) August 25, 2019
Almeida, presidenta de Nina Warmi, animó a otras posibles víctimas a sumarse a esta denuncia. Bernarda asegura que conoce de primera mano a otras dos personas que habrían sido abusadas sexualmente.
Además, relata que después de romper el silencio en Twitter, cuatro personas más le escribieron por mensaje interno para decirle que también habrían sido víctimas. Las seis personas habrían pedido anonimato. Hemos sigo algunas mujeres que hemos pasado por esto, quiero continuar con este proceso de búsqueda de justicia”, dice Bernarda.
La Rana Sabia está en investigaciones desde el pasado 8 de agosto, sin embargo aún no existen pruebas formales.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK