Su primer intento fue el 7 de mayo de 2018, pero el Registro Civil no aceptó su pedido. Después ellos hicieron una demanda a un juez de primera instancia, ese mismo año, pero perdieron el caso. No se rindieron y apelaron la decisión a la Corte Provincial de Pichincha.
Esta a su vez pidió un pronunciamiento de la Corte Constitucional (CC) sobre si la Opinión Consultiva CC-24/17 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que protege los derechos de la comunidad LGBTI, puede aplicarse en Ecuador, sin que se proceda a una reforma de la Constitución.
El juez Ramiro Ávila estuvo encargado de conocer la causa. El 12 de junio de 2019, con cinco votos a favor y cuatro en contra, los jueces de la CC aprobaron dos casos, uno de ellos fue el de Efraín y Javier. La noche del 8 de julio se publicó en el Registro Oficial el fallo de la Corte Constitucional.
El documento, que ya consta en la Edición Constitucional N° 96 del 8 de julio, tiene 160 páginas y explica el sustento jurídico de la decisión de la CC.
De esta forma, quedó formalizado el matrimonio de parejas del mismo sexo en este país. Hasta la aprobación del caso de Soria y de Benalcázar, la CC tenía 12 expedientes sobre el matrimonio de parejas del mismo sexo.
El más antiguo fue interpuesto por Pamela Troya y Gabriela Correa, en 2013. Ellas se casaron en agosto de 2019 tras seis años de lucha por esta causa.
En una emotiva ceremonia, la tarde de ayer, Soria y Benalcázar se dijeron Sí en el Centro Arte Contemporáneo, de Quito. Ambos iban vestidos de frac negro, juraron respetar su amor y seguir defendiendo los derechos del colectivo GLBTI.
La pareja se puso los añillos y cada uno dio un pequeño discurso para el otro. Benalcázar le agradeció a su pareja y señaló que él le enseñó que el amor no tiene fin.
Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK