Tras presentar síntomas durante 15 días que estuvo en faena en altamar, un pescador de Santa Elena falleció esta semana a causa del virus de la influenza AH1N1, debido a una insuficiencia respiratoria.

Foto: Imagen referencial

El hombre fue trasladado inicialmente a un centro de salud en el cantón La Libertad. Debido a una insuficiencia respiratoria severa fue derivado al hospital general Liborio Panchana, en el cantón Santa Elena.

“Llegó en condiciones deplorables. Fue entubado, recibió asistencia con ventilación mecánica pero falleció a los pocos minutos”, explicó el gerente encargado de la casa de salud, César Morán.

Las muestras del paciente fueron enviadas al Centro de Referencia Nacional de Influenza y otros virus respiratorios, que es parte del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi). Los resultados resultaron positivos al subtipo AH1N1. El virus afectó la captación de oxígeno de los pulmones del hombre de 48 años.

Morán indicó que el paciente llegó con una saturación de oxígeno menor a 30; lo normal es entre 96 y 100. La patología pudo agravarse debido a que también padecía obesidad, según el reporte médico. Además, se habría automedicado.

En cuanto a la enfermedad, el gerente del Liborio Panchana recalcó que desde su aparición en 2009 con la pandemia mundial, el virus se volvió endémico y cada año circula de manera cíclica.

Los menores de 5 años y mayores de 65 años de edad, embarazadas y personas con enfermedades como cáncer, diabetes, problemas renales y otras patologías son los más vulnerables. Esta es la segunda muerte por el virus en menos de un mes. El 19 de agosto, un marino en servicio pasivo, de 64 años, falleció a causa de la enfermedad mientras recibía atención en el Hospital Naval de Guayaquil.

Según registros del Ministerio de Salud, desde el 4 de noviembre de 2018 hasta el 17 de agosto de 2019 se han reportado cinco muertes vinculadas a la influenza AH1N1 en el país: un caso ocurrió en Pichincha, uno en Tungurahua, uno en Manabí, uno en Guayas y el más reciente en Santa Elena.

 

Fuente: El Comercio – Nota Original: LINK