Slendy Cifuentes, moradora de Plan conjunto Chillogallo, contó que en la mañana sus vecinos le comunicaron que un grupo de indígenas se tomaron los tanques de agua y le recomendaron que se abastezca del suministro. Avanzó a coger tres ollas de agua y el servició se cortó. “Algunos vecinos no avanzaron a recolectar nada y están súper preocupados. Tampoco hemos podido conseguir gas”, comentó la moradora. No es el único caso.
Problemas similares se registran barrios como Cristo Rey, la Ferroviaria y Calderón. El alcalde de Quito, Jorge Yunda, se pronunció al respecto. “Acabo de recibir la lamentable noticia de que se quieren tomar las fuentes de agua y hacer daño al Metro de Quito. La ciudad ha sido solidaria y humanitaria. No vamos a permitir que nos dejen sin fuentes de agua. Hacemos un llamado a nuestros policías municipales y autoridades de agencia de tránsito, bomberos, policía nacional y Fuerzas Armadas. Estaremos informando que es lo que el señor Presidente de la República decide después de esta reunión”, dijo Yunda.
|ATENCIÓN| Garantizamos el servicio de agua potable en Quito. Los sectores que indican escasez de agua están siendo atendidos, situación que se debe al sobreabastecimiento en otros sectores y se solventarán los inconvenientes a la brevedad posible. #QuitoExigePaz pic.twitter.com/L3VRRlMzNp
— Municipio de Quito (@MunicipioQuito) 12 de octubre de 2019
Carlos Uriarte, gerente general de Agua de Quito, aseguró que las plantas de tratamiento están militarizadas y que están trabajando al 100% de su capacidad. “El problema es que la gente entró en pánico y está recolectando agua en abundancia, lo que baja los niveles en los tanques y el agua pierde fuerza. Estamos volviendo a sacar el aire de las tuberías y aumentar la presión”, aseguró. El Municipio informó que “no ha pasado nada. Hubo dos intentos de toma y dos asedios en dos plantas de la ciudad, pero no llegó a pasar nada porque las fuerzas públicas dieron el respaldo». La Alcaldía hizo un llamado a la ciudadanía para resguardar las fuentes hídricas.
Nota Original: El Comercio – LINK