En 2007 Britney Spears tocó fondo en lo que fueron los peores 14 meses de su vida.
Tenía 25 años, dos hijos, se estaba divorciando de su marido e intentaba lidiar con la fama. Fue entonces cuando se dirigió a una peluquería en Los Ángeles (Estados Unidos) para raparse completamente la cabeza.
Y sus guardaespaldas, quienes debían protegerla de los paparazzi, la traicionaron.
Doce años después, un documental llamado «Britney Spears: Breaking point» ahonda en lo que ocurrió durante ese período, la excesiva fama y su lucha en torno a la salud mental.
Todo esto mediante testimonios inéditos de las personas que interactuaron con ella durante ese período y entrevistas a sus seres queridos, según informa el medio británico Daily Mail.