La política pública gubernamental tuvo su incidencia en la tasa de matriculación universitaria, que a través del Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA), logró garantizar un incremento del 27% de acceso a la formación universitaria, que se distribuye entre los sectores de la población más pobre.
Las garantías no sólo radican en la cobertura de la matrícula, también el presupuesto destinado a la investigación, sólo hasta el 2012, se ha destinado un presupuesto de 32 millones de dólares a proyectos de investigación científica, aumentando un 919% en relación al 2007.
La transformación del sector educativo fue originada por la reforma universitaria, que tuvo su umbral en la constituyente de Montecristi, tras el mandato Nº 14, que exigió una pronta intervención y evaluación del sistema de educación superior.
La iniciativa, posibilitó recuperar un marco jurídico, construir infraestructura, generar redes de conocimiento y modificó las condiciones salariales de la docencia e investigación, a través de un escalafón docente que llegó a establecer salarios competitivos, así lo indican reportes de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Información (Senescyt).
La creación de proyectos emblemáticos como las cuatro universidades de investigación, la Ciudad del Conocimiento Yachay, la Universidad Regional Amazónica Ikiam, la Universidad de las Artes y la Universidad Nacional de Educación, buscan fortalecer y potenciar áreas de desarrollo estratégico para el país, nutriéndose de los mejores investigadores a nivel mundial.