La pareja espera que con este paso se respeten mucho más los derechos de la comunidad LGBTI de la ciudad. Pero también sueñan en viajar al exterior.
La boda se cumplió a las 14:43 y al juez no le tomó más de 15 minutos verificar que todos los documentos de ellos y sus testigos estaban en orden. Tras consultarles si habían acudido voluntariamente, y escuchar una respuesta afirmativa, firmaron los papeles, hizo un hueco a sus cédulas de solteros y les estrechó las manos en signo de felicitación.
Todo esto en medio de la curiosidad de las personas que estaban presente, hubo murmullos, tomaron fotos a la puerta de vidrio pero cuando salieron de la sala de matrimonios hubo respeto hacia los contrayentes.
Tenemaza tiene 43 años de edad, nueve más que su pareja, y explicó que haberse casado en el Registro Civil es algo importante porque han conocido casos de parejas en donde uno de los dos fallece y el deudo se ha quedado sin nada que heredar, pues todo se lo ha llevado la familia o el Estado.
Mientras que Barbecho mencionó que esto es algo que querían «hace bastante tiempo” y que le tiene sin mucho cuidado lo que piense la sociedad porque sus familiares y amigos ya saben de su orientación sexual y la respetan.
Ambos trabajan, tienen un negocio propio y se mostraron felices.
Fuente: El Universo – Nota completa: LINK