Comenzó un período de transición que se mantendrá hasta el 31 de diciembre, en el que ciudadanos británicos y del bloque europeo compartirán como hasta ahora, los mismos derechos, aunque tendrán en cuenta nuevos requisitos.
Por tanto, los británicos y los ciudadanos comunitarios podrán residir, trabajar, viajar, acceder a los servicios públicos (como la sanidad) y comerciar como hasta ahora hasta finales de año.
Tampoco cambiarán sustancialmente las rutinas de los intercambios comerciales entre empresas, pero estas sí deberán prepararse más a conciencia para lo que pueda suceder después. Despedida y advertencia Londres y la UE tienen que cerrar un compromiso comercial en apenas 10 meses.
El primer ministro británico, Boris Johnson, no quiere esperar más, pese a que el pacto que regula la salida ordenada permitiría esa interinidad hasta 2023. Bruselas lo considera apresurado, pero seguirá el cronograma. El futuro dependerá de este acuerdo, así la nueva fecha clave se traslada al 1 de enero de 2021.
“Pensaremos en Reino Unido y su gente, su creatividad, ingenio, cultura y tradiciones, que han sido una parte vital del tapiz de nuestra Unión”, dijeron los presidentes de las tres principales instituciones de la Unión Europea, Ursula von der Leyen (Comisión Europea), David Sassoli (Parlamento europeo) y Charles Michel (Consejo europeo) que despidieron ayer a Reino Unido.
Los funcionarios se comprometieron a trabajar para una alianza futura “ambiciosa”, pero también apelar a la Unión Europea de los 27 socios y aprovechar el Brexit como oportunidad para un “nuevo amanecer” de unidad y liderazgo en la esfera global.
Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK