28 niños y niñas de una unidad educativa tradicional de Quito presuntamente vivían casos de violencia durante los años lectivos 2017 – 2018 y 2018 -2019. El Consejo de Protección de Derechos de Quito señala que, según referencias de los menores, eran tapados la boca con cinta adherente y amarrados a los escritorios de manos y pies, bebían leche con ají, eran maltratos físicamente, entre otras cosas, por parte de una docente.
La maestra fue suspendida durante 90 días, tiempo que duró la investigación, y el 10 de enero del 2020 se realizó la Audiencia de Sustentación de Pruebas, luego de la audiencia, la docente retomó sus actividades en la institución educativa en los primeros días de febrero. Las madres de los estudiantes hicieron público el caso el 12 de febrero del 2020.
El Consejo de Protección de Derechos de Quito rechaza este y todos los casos de maltrato e insta al Ministerio de Educación a que eleve a la violencia escolar en todas sus formas y manifestaciones a la categoría de reto educativo, social y de salud pública.
Además, en este caso, insta a que se suspenda a la docente y presente la respectiva denuncia en su contra a la Fiscalía, al tiempo que investigue el accionar de las autoridades y docentes de la institución educativa y de la Dirección Distrital 17DO4.
Actualmente, el DECE institucional se encuentra realizando un acompañamiento directo y pormenorizado del desarrollo académico y comportamental de los estudiantes.
Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK