Una marea amarilla inundó los 530 metros del sambódromo de Anhembi, mientras el público enloquecía al escuchar el grito que daba inicio al carnaval de la ciudad más poblada del país.
La escuela de samba Barroca Zona Sul fue la encargada de inaugurar los desfiles de “primera división” en la capital paulista, con un homenaje a la líder Tereza de Benguela, una mujer que durante la segunda mitad del siglo XVIII luchó a favor de la comunidad negra y en contra la esclavitud en Brasil.
Desde niños hasta ancianos llenaron de color la pista del sambódromo, acompañados de la reina de batería, cuyo disfraz paseó 50.000 cristales, haciendo referencia a la riqueza usurpada de Angola.
Al mismo compás desfilaron los integrantes de la escuela Tom Maior, quienes, luciendo elaborados disfraces multicolores que evocaban la contribución de la comunidad negra en el país, bramaban a pleno pulmón y al unísono: “Necesito luchar por igualdad, por libertad”.
Varios tributos Cada ala de su desfile hizo tributo a diversos artistas y personalidades negras, entre ellos la exconcejal y activista Marielle Franco, quien fue asesinada a tiros hace casi dos años en Río de Janeiro y cuya autoría intelectual todavía no fue esclarecida.
De acuerdo con la escuela, Franco representa “la lucha por justicia”, una joven negra asesinada que “se convirtió en una mártir en busca de una igualdad real”. La tradicional escuela “X-9 Paulistana”, cuyos disfraces ofrecerán un recorrido cultural por las distintas regiones del país, cerró el espectáculo de casi ocho horas.
Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK