Empezó en Nueva York en septiembre, ya con retraso, y tras cancelaciones en Lisboa, Boston o Londres, pretendía acabar con brillantez en París, pero el coronavirus la obligó a anular las dos últimas fechas previstas, para este martes y miércoles.
Su estancia en París ha sido de todo menos sencilla y ha sido el fiel reflejo de una gira para presentar su último álbum, «Madame X», que ha estado llena de incidentes.
En la capital francesa sufrió problemas técnicos, anulaciones por motivos de salud y, como guinda, la suspensión de las que eran sus dos últimas fechas previstas.
Las actuaciones intimistas de la reina del pop en el Grand Rex de la capital, un teatro que le permitía una mayor cercanía con el público, han estado marcadas por la mala suerte.