Pichincha es la segunda provincia del país en donde se registra una transmisión comunitaria del covid-19. Se suma a Guayas, que reporta más del 70% de contagios. Así lo confirmó el pasado miércoles 25 de marzo Alexandra Ocles, directora del Servicio de Gestión de Riesgos.
Una transmisión comunitaria implica que los nuevos diagnósticos ya no están necesariamente relacionados con casos importados de países de alta circulación de este coronavirus o con allegados de enfermos.
Lo explicó Álvaro Whittembury, asesor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), filial de la OMS. El organismo internacional pidió a inicios de marzo a los países de Latinoamérica que tomen las medidas necesarias para evitar este tipo de contagio.
Carissa F. Etienne, directora de la OPS, instó a que se trabaje con aquellos que tienen sistemas de salud débiles. Pese a las acciones, este lunes 23 de marzo se confirmó que América avanza en la fase de transmisión comunitaria en Canadá, Estados Unidos y Brasil; siendo Bélice el último país que confirmó casos positivos.
Ecuador es el segundo en Latinoamérica con el mayor número de diagnósticos. Ayer alcanzó los 1 211 confirmados y 29 fallecidos, según el informe de las 17:00 emitido por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Desde el martes ya no se adjuntó la cifra de personas dentro del cerco epidemiológico. “Hacer ese seguimiento en las provincias de Guayas y Pichincha no tiene mayor sentido, ya que allí el contagio es comunitario”, enfatizó Ocles.
Byron Núñez, infectólogo y docente de la Universidad Central, precisó que en lugares con transmisión comunitaria del covid-19, “se vive en entornos en donde el virus se halla potencialmente en cualquier ciudadano, indiferentemente de si ha viajado, ha tenido contacto con personas diagnosticadas o con casos sospechosos”.
Él recordó que hay individuos sin síntomas que pueden estar diseminando el virus a la población. Por ello es indispensable el distanciamiento social, que quiere decir mantenerse aislados, en casa, lo más que sea posible.
Una visión similar tiene Daniel Simancas, director de Investigación de la UTE. Para él, es momento de pensar que “toda persona puede estar con el virus”.
Tomando en cuenta las experiencias del mundo se podría adelantar que, en el corto plazo, otras provincias tendrán este tipo de transmisión, por lo que las medidas deben ser estrictas.
En la ciudad italiana de Vo Euganeo se decidió cercar totalmente el pueblo. Se lo hizo desde que se registró el primer fallecido por este virus respiratorio.
En menos de dos días se cerraron escuelas, bares, tiendas y paradas de buses. Las autoridades prohibieron misas y festividades. Así se obligó a los habitantes a quedarse en casa.
También se tomaron pruebas de detección del virus. El contagio se frenó. Simancas recomienda a las autoridades sanitarias ecuatorianas que fortalezcan el proceso de diagnóstico y los respectivos cercos.
“Esto ha demostrado evitar la explosión de casos y probablemente permitirán que nuestro limitado sistema de salud pueda atender eficientemente a quienes lo requieran”.
Así como ocurrió en la localidad italiana. Con el objetivo de frenar este avance en el país, en especial, en las dos provincias con el mayor número de habitantes: Guayas y Pichincha, un grupo de profesionales, entre epidemiólogos, estadísticos y matemáticos, intenta ayudar al Ministerio de Salud a detectar la nueva cepa de coronavirus. ¿Cómo? A través de una encuesta de no más de 30 preguntas.
Incluye datos personales y un detalle de síntomas como fiebre, dolor muscular o tos seca, explicaron Jannyne Pauta, ingeniera, y Gabriela Herrera, especialista en administración hospitalaria. Son parte del equipo. Esperan reunirse con Salud para entregar los datos y que puedan prestar servicios médicos a quienes lo requieran oportunamente.
Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK