Las reducciones de las calificaciones no cesan. El pasado 9 de abril, la agencia calificadora de riesgos Fitch bajó nuevamente la calificación de la deuda soberana ecuatoriana a C desde CC.
Según la firma, la calificación ‘C’ refleja el punto de vista de Fitch de que un incumplimiento soberano de algún tipo es inminente luego de la «solicitud de consentimiento» realizada por el gobierno ecuatoriano para diferir los pagos de bonos externos mientras persigue una reestructuración integral.
Un aplazamiento en los pagos, si así lo acuerdan los tenedores de bonos, constituiría un intercambio de deuda en dificultades (DDE) en opinión de Fitch. Si no se alcanza dicho acuerdo, el riesgo de que se pierda el pago de la deuda es alto.
El pasado 8 de abril el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) informó que solicitó a los tenedores de los bonos 2022, 2023, 2024, 2025, 2026, 2027, 2028, 2029 y 2030 (que suman $ 17 000 millones), diferir el pago de los intereses hasta el 15 de agosto de este año.
El consentimiento, según Finanzas, le daría a la caja fiscal una holgura de USD 811 millones para hacer frente a los gastos urgentes en materia de salud y al desplome de los precios del petróleo.
Fitch considera que esta solicitud formal es el inicio de un proceso similar al incumplimiento, consistente con una calificación ‘C’. Si la mayoría de los acreedores aceptan la solicitud en los umbrales especificados en las cláusulas de acción colectiva (CAC), la suspensión del pago constituiría un DDE bajo los criterios de Fitch dado que implica una reducción sustancial en los términos y es necesaria para evitar un incumplimiento total. Si los acreedores no están de acuerdo con la solicitud, el riesgo de que se pierda un pago de intereses es alto.
La posición de liquidez del país, según la agencia calificadora, es excepcionalmente ajustada, y la presión social y política para el alivio del servicio de la deuda externa para atender la crisis interna ha aumentado considerablemente.
Las reservas internacionales del Banco Central del Ecuador (BCE) cayeron por debajo de USD 2 000 millones a fines de marzo y cubren el 43% de los requisitos de reserva de las instituciones financieras, los niveles más bajos en las últimas dos décadas de dolarización.
Fuente: Diaro Expreso-Nota Original : LINK