El proceso de erosión regresiva del río Coca, conocido también como Quijos, pone nuevamente en alerta al sector petrolero. Una parte de la tubería del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote), ubicada a la altura de la desembocadura del río Montana, se encuentra en riesgo, por la proximidad de un socavón con esta infraestructura.
Este hundimiento en el sector de San Rafael, en el límite entre las provincias de Napo y Sucumbíos, fue causado por el proceso de erosión regresiva del río Coca. Este originó, a inicios de febrero de este año, el colapso de la quebrada San Rafael.
Y en abril, la rotura de las tuberías del Sote, Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y poliducto Shushufindi-Quito. Por esto se construyeron variantes de estas infraestructuras, que ya están operativas.
Pero, además, se decidió realizar una variante adicional como medida preventiva. Estos trabajos están en ejecución. Actualmente, el borde de este socavón se encuentra a solo 35 metros de la tubería del Sote.
OCP Ecuador, por su parte, informó que su tubería está a 60 metros de distancia de este punto. Ante este escenario, Petroecuador volvió a suspender la operación del Sote.
Este proceso implicó cerrar unos 1 400 metros de la tubería, drenar el crudo con el uso de autotanques y transferirlo a la estación de Baeza. Esto se hizo para evitar un derrame de petróleo.
Está previsto que la suspensión de las operaciones en esta tubería se mantenga hasta el domingo próximo, según Petroecuador. Para entonces, se espera que haya concluido ya la construcción de la nueva variante del Sote.
Hasta ayer, la construcción de esa nueva infraestructura del Sote tenía un avance del 62%. “Con el actual ‘stock’ de crudo en la Terminal Balao, la programación de las exportaciones no se verá afectada por la suspensión”, dijo Pablo Flores, gerente de Petroecuador.
La nueva variante del Sote tiene 690 metros de longitud y se aleja más de 200 metros del nuevo socavón en el río. Con esto se espera evitar riesgos por los posibles deslizamientos en los flancos del río.
En el caso del poliducto Shushufindi-Quito, por el cual se transportan combustibles, Petroecuador informó que ya no existe ninguna alerta al respecto, porque la construcción de la variante, de 1 230 metros, está a 230 metros de distancia del río.
La nueva tubería estuvo lista el 1 de junio pasado. OCP Ecuador informó ayer que cuenta con los mecanismos para vaciar el tubo en cuanto sea necesario y así evitar un posible derrame. Otra infraestructura próxima al borde del socavón es la carretera Baeza-Lago Agrio, a la altura del kilómetro 70.
Este tramo se encuentra actualmente a 25 metros de distancia del punto mencionado, informó ayer el Viceministerio de Infraestructura del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
Ante esto, la entidad avanza en la construcción de un camino provisional para garantizar la conectividad entre Pichincha y Napo. Esta obra, que tiene una longitud aproximada de entre 600 y 700 metros, cuenta con un avance de alrededor del 60% y está a una distancia considerable del área potencial de riesgo, precisó Ricardo Paula, viceministro de Infraestructura del MTOP.
Esta obra funcionará mientras la entidad construye una vía alterna definitiva, que tendrá aproximadamente 1 kilómetro de extensión, según modelaciones previas.
Ricardo Buitrón, consultor, mencionó que la cascada de San Rafael ha retrocedido, debido a la erosión, 2,5 kilómetros río arriba desde su punto original.
Esa distancia se mantiene desde mediados de mayo pasado. La hipótesis es que el río ha encontrado un material firme que le impide avanzar aguas arriba, sin embargo, ahora lo hace en dirección a su margen izquierdo. Para conocer con precisión esta situación, Buitrón sugirió avanzar rápidamente con los estudios técnicos en esta zona.
Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK