Aunque la pandemia del covid-19 generó un fuerte golpe económico en el país, empresas de seis sectores productivos decidieron invertir.
Un indicador que muestra esta realidad es la firma de contratos de inversión. De enero hasta agosto del 2020 se suscribieron 28 de estos convenios por USD 400 millones.
Los documentos, que comprometen la inyección de recursos de empresas privadas y extranjeras, fueron firmados por el Comité Estratégico de Promoción y Atracción de Inversiones (Cepai) del Ministerio de Producción.
Esas empresas se beneficiarán de los incentivos de la Ley de Fomento Productivo para las nuevas inversiones; entre ellos, la exoneración del pago del impuesto a la renta y del impuesto a la salida de divisas.
Los principales destinos de las nuevas inversiones son ampliar plantas, desarrollar otras líneas de producción, modernizar fábricas y construir espacios ecoeficientes.
El 54% de la inversión en 2020 corresponde a manufactura y el resto, a las áreas de turismo, agricultura, acuicultura, electricidad y transporte.
Por ejemplo, la empresa de plásticos Rival -con plantas operativas en Cuenca y Guayaquil- comprometió recursos para ampliar su capacidad productiva y de almacenamiento.
Además, la firma comprará tecnología de punta en Estados Unidos y Europa. La compañía invertirá USD 13,4 millones en proyectos que se ejecutarán hasta 2021, dijo el gerente comercial, Rodrigo Espinosa. Con la inyección de capital se espera incrementar entre 60 y 80 plazas de empleo.
En el caso de Skretting y Hendrix Genetic, empresas relacionadas con el sector acuícola, realizarán proyectos en un período de 12 años.
La primera tiene contemplados USD 172 millones para la construcción de una planta de alimentos balanceados. La segunda, en sociedad con Nutreco y Ecuacultivos, invertirá 23 millones para modernizar un laboratorio de cultivo de camarón, ubicado en Guayas.
Este último fue el primer contrato de inversión con arbitraje internacional aprobado por el Cepai en agosto pasado. En el caso de otros sectores como el turístico, los planes son a mediano plazo.
Gabriela Sommerfeld, gerenta del Hotel Le Parc en Quito, dijo que firmó un contrato en junio para ampliar el negocio hacia un nuevo modelo de hotelería que combina residencias y oficinas.
La inversión es de USD 26 millones. Las obras, probablemente, se iniciarán en el 2021. “Son proyectos a largo plazo que aportan en la reactivación económica”, asegura.
Para Pablo Zambrano, titular de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), algunas de las inversiones que se cristalizaron en este año se gestionan desde el 2019.
Otras, en cambio, apuntan a alcanzar el mercado externo. Ingesa, tradicionalmente centrada en la producción de medias, invirtió USD 400 000 para subir su capacidad de producción y tecnología, a fin de diversificar su portafolio con la elaboración de mascarillas.
La firma anunció que iniciará los procesos para exportar el producto a la Unión Europea. Industrias Oriental tramita un contrato de USD 2 millones con la Cartera de Producción para importar maquinaria desde China destinada a sus nuevas líneas de negocio.
La empresa prevé, gracias a ello, cubrir la demanda nacional e internacional. Pero hay temas pendientes para lograr que Ecuador sea un destino atractivo de inversión, considera la CIP.
Las licencias y permisos a las cuales se tiene que acceder para cristalizar un contrato toman mucho tiempo, refirió el gremio. Desde la CIP se está trabajando en una agenda de competitividad.
La simplificación de trámites es uno de los puntos principales por resolver. Aunque se ha creado el espacio para atraer las inversiones al país, las cifras aún están lejos de las metas iniciales del Gobierno.
Pablo Campana, exministro de Producción, dijo que hasta el 2021 se esperaba compromisos por USD 10 300 millones; es decir, 3 000 millones por año. En 2019 llegaron USD 1 150 millones.
El mes pasado, el Gobierno amplió la exoneración de tributos de la Ley de Fomento. Con ello, se prevé “llegar a USD 1 000 millones (en contratos de inversión), al cierre del 2020”, dijo el ministro de Producción, Iván Ontaneda.
Fuente: El Comercio – Nota original : LINK