La mañana de este domingo, Luis Arce asumió la Presidencia de Bolivia en un acto que contó con la presencia de varios mandatarios y sin Evo Morales.
El delfín del expresidente hizo un llamado a la reconciliación, pero solo reivindicó a los fallecidos en un solo bando durante el estallido social del 2019 que obligaron la renuncia de Morales.
Tildó de “brutal” y “golpista” al gobierno transitorio de Jeanine Áñez por desconocer —según dijo— “la voluntad del pueblo” en las anuladas elecciones denunciadas como “dolosas” por la Organización de Estados Americanos (OEA). Áñez estuvo ausente en la juramentación.
“Nos comprometemos a rectificar lo que estuvo mal y profundizar lo que estuvo bien», dijo al tiempo que calificó de ”minoritarios» a los opositores que en protestas callejeras han rechazado su triunfo con el 55% de los votos.
Más conciliador pareció su vicepresidente David Choquehuanca, aymara, quien dijo que el nuevo gobierno “significa un nuevo tiempo para escuchar y sanar heridas”.
A la inauguración asistieron el Rey Felipe de España y los presidentes Alberto Fernández de Argentina, Iván Duque de Colombia, Mario Abdó Benítez de Paraguay y el canciller de Irán, Mohammad Yavad Zarif.
También estuvo el expresidente Carlos Mesa, rival de Arce en las elecciones recientes y quien dijo esperar que el gobierno respete a la oposición.
La bancada del partido político de Mesa abandonó la ceremonia denunciando al nuevo gobierno por haber eliminado tras los comicios el voto de dos tercios para aprobar delicados asuntos en el legislativo, lo que enervó más a la oposición. El nuevo gobierno tiene mayoría en las dos cámaras pero no dos tercios como los tuvo Morales.
Para este lunes está previsto el retorno de Evo Morales desde Argentina donde estuvo exiliado.
Arce también recibió el bastón de mando como nuevo Capitán General de las Fuerzas Armadas tras ser posesionado como presidente.
Arce recibió el bastón de mando de manos del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Sergio Orellana, en un sencillo acto en el Palacio Quemado, la casa de gobierno, informó el Ministerio de Defensa en su cuenta de Twitter.
Además, los cadetes del Colegio Militar de Ejército, con uniforme de gala, fueron desplegados para custodiar la Plaza de Armas de La Paz, donde se encuentran el Palacio Quemado y el Congreso, donde fue juramentado Arce.
También debía realizarse este domingo en la Plaza Murillo un desfile de destacamentos del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía como cierre de los actos de transmisión del mando presidencial.
El 10 de noviembre de 2019, las Fuerzas Armadas pidieron a Morales que diera un paso al costado, tras semanas de protestas por el resultado oficial de las elecciones, en las que se denunció un fraude en favor de la reelección del entonces gobernante indígena.
«Luego de analizar la situación conflictiva interna, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia», dijo entonces el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Williams Kaliman.
Morales anunció pocas horas después su renuncia y partió al exilio en México, aunque semanas después se trasladó a Argentina, desde donde regresará este lunes a Bolivia.
Durante el último año fueron tensas las relaciones de los militares y policías con el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales y Arce, que denunciaba que el mandatario indígena había sido depuesto por un «golpe de estado».
Fuente: El Universo – Nota Original: LINK