Pero la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ve al río como una puerta de entrada natural para el contrabando de drogas y la inmigración ilegal.
En los últimos días del gobierno de Trump, las cuadrillas de construcción levantan rápidamente un muro de acero de casi 10 metros de alto de estilo bolardo a lo largo del lecho del río. Por lo general, el único sonido que escuchas es el viento azotando las hojas doradas en lo alto. Al caminar hacia el lugar en estos días, el ruido de las cuadrillas de construcción toma el control.
Los ambientalistas aseguran que el trabajo altera los patrones de migración que dependen del río.
El trabajo es parte de un esfuerzo final para completar tantos kilómetros de muro fronterizo como sea posible antes de que el presidente electo Joe Biden asuma el cargo el 20 de enero.
Al 18 de diciembre, las cuadrillas de construcción habían completado 705 km de muro fronterizo desde enero de 2017, según Aduanas y Protección Fronteriza. El año pasado, el gobierno de Trump prometió completar cerca de 725 km para fines de 2020, poco más de una semana a partir de ahora. Hay 37 proyectos de construcción del muro fronterizo en marcha a lo largo de varios puntos de la frontera con México, según el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos.
En total, el gobierno de Trump ha asegurado fondos para construir hasta casi 1.190 km de muro nuevo y de reemplazo. La pregunta es qué pasará con los aproximadamente 480 km de muro fronterizo que quedan por construir.
Este verano, Biden dijo que bajo su mandato «no se construirá otro pie de muro».
Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, el sindicato que representa a los agentes de la patrulla fronteriza, celebra la construcción y espera que Biden termine lo que comenzó Trump.
«Tienes que asegurar la frontera para lograr la confianza y el favor del público estadounidense», dijo Judd. «Realmente espero que la administración de Biden mire esto y vea cuán efectivo ha sido y reevalúe su posición sobre el muro», agregó.
Judd también argumenta que las preocupaciones ambientales sobre el muro fronterizo son «exageradas» y que la construcción no ha causado daños ambientales.
Nota Original: El Universo – LINK