La droga fue hallada en dos laboratorios en los que se procesaba coca ubicados en una zona boscosa del municipio de Cumbitara.
Un comunicado de la Fiscalía detalló que se encontraron «2.800 kilogramos (de cocaína), y más de 600 kilogramos de pasta base de coca».
También fueron hallados insumos para procesar la droga ilegal como acetona, ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, sosa cáustica y cal, entre otros elementos químicos.
Cada laboratorio estaba compuesto por seis estructuras rústicas que podían albergar hasta 30 personas. Además, tenía compresores, extractores, calderas, condensadores y hornos, con capacidad para producir hasta cuatro toneladas de cocaína al mes.
Según las investigaciones, los cargamentos salían de esta zona boscosa de Colombia hacia la frontera con Ecuador, desde allí hasta las costas del Pacífico y, posteriormente, hacia Centroamérica en lanchas rápidas.
La operación fue desarrollada por el Ejército, la Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI), con el apoyo de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por su sigla en inglés).
El Gobierno colombiano asegura que los cultivos ilícitos y el tráfico de cocaína son los combustibles de las economías ilegales que financian y propician el crecimiento y fortalecimiento de las organizaciones criminales que afectan la seguridad de su país.
En diciembre pasado la administración del presidente colombiano, Iván Duque, informó de que en 2020 fueron incautadas más de 498 toneladas de cocaína, un 17 % más que en el mismo periodo de 2019.
Fuente: El Universo – Nota Original: LINK