La preocupación de los gremios se acentúa al comparar este Día de la Madre con el del 2020, cuando se perdieron $ 300 millones debido al confinamiento por la pandemia del COVID-19, y al concluir que la situación actual no es tan diferente a la del año pasado, pues ahora se atraviesa por un confinamiento parcial que mantiene a los comercios sin abrir los fines de semana y de lunes a viernes con horarios restringidos.
“Un fin de semana representa entre el 35% y el 85% de las ventas semanales dependiendo del negocio”, exponen los gremios, que aseguran que desde el inicio de la pandemia se han perdido $ 30.000 millones en ventas; y que no se ha demostrado que el estado de excepción extendido durante todo el fin de semana reduzca los contagios.
Esto, sumado a que la Federación Médica Ecuatoriana y las Federaciones Unidas de Profesionales de la Salud del Ecuador (Fupse) mantienen criterios distintos a los del COE con respecto a la idoneidad del confinamiento extendido durante el fin de semana.
Por esta razón, la Federación y la CCG proponen que el confinamiento de los fines de semana empiece a partir de las 20:00 en vez de que dure todo el día, pues aseguran que 51.000 plazas de trabajo estarían en riesgo por esa medida.
Otro gremio, la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), también se pronunció sobre la medida impuesta por el COE; y exhortó al organismo a dejar sin efecto los confinamientos aplicados durante los fines de semana.
Además, junto con el Consejo de Cámaras y Asociación de la Producción, la CCQ hizo un llamado a las autoridades del nuevo gobierno del presidente electo, Guillermo Lasso, para que les permita, de forma urgente, conformar una mesa de expertos para elaborar un plan de crisis, para que se ponga en vigencia el primer día de mandato, “para cuidar la salud y proteger el empleo”.
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