De las 85, 44 son embajadas, 36 son consulados y cinco son representaciones en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Esta cantidad de misiones en el exterior representa un gasto corriente mensual por remuneraciones de $ 1,1 millones y por ingresos adicionales $ 1,4 millones. Sumados estos montos y multiplicados por los doce meses, son más de $ 30 millones anuales, según el registro de los últimos tres meses en las nóminas del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana que llegó a abril con 525 funcionarios en el servicio exterior, entre personal de carrera, cuota política y personal administrativo.
Durante el gobierno del expresidente Lenín Moreno fueron cerradas 17 representaciones diplomáticas, cifra a la que se llegó luego de la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19 que agudizó la crisis económica y por la que el Gobierno tomó algunas medidas de recorte del gasto.
Antes del 2017, el excanciller José Valencia aseguraba que, en el gobierno de Rafael Correa, la Cancillería llegó a un presupuesto de $ 163 millones, que en el gobierno de Moreno se redujo a $ 103 millones, y que esta entidad llegó a tener 1.700 funcionarios (entre funcionarios dentro del país y el exterior), pero en su periodo fueron 400 menos, con las medidas de austeridad.
En cuanto a la cuota política, el anterior gobierno registró 54 designaciones, entre embajadores, ministros y otros, según un último corte hecho por Cancillería a mediados de mayo de este año. Por término de funciones o renuncia, su trabajo concluyó entre abril y mayo, antes del ejercicio del nuevo mandato presidencial.
Respecto a estos temas, el nuevo canciller y diplomático de carrera por casi 39 años, Mauricio Montalvo espera que su gestión se identifique por el respeto a la carrera diplomática, el apego a la Ley Orgánica del Servicio Exterior, la defensa de los intereses nacionales y la atención a los ecuatorianos en el exterior. No descarta cerrar, abrir o reabrir embajadas, consulados y representaciones, pero previo un análisis y una planificación.
Sobre la institucionalidad, pese a los problemas registrados con la reapertura de la Academia Diplomática que fueron investigados por la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea en el anterior periodo, Montalvo señala que el embajador Alejandro Suárez, a cargo de esta entidad, tiene su confianza y “siempre habrá espacios para mejorar”, supone. Además, piensa reabrir la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores.
Sobre la cuota política, señala que no siempre los nombramientos que se hacían en el servicio exterior respondían a los criterios que la Ley promovía: personas distinguidas y que hayan prestado servicios relevantes al país; sino que se dio un reparto político, muchas veces, a familiares, amigos, compadres o conveniencia política, con excepciones.
Montalvo asegura que el presidente Lasso ha prometido que va a estar muy por debajo del límite que le otorga la Ley, 20%, de todo el cuerpo diplomático, en la cuota política, que es un “espacio saludable” para que el mandatario otorgue ciertos cargos de acuerdo a características particulares a personas que pueden ejercer la representación del país y su representación personal.
Nota Original: El Universo – LINK