Jorge Escala, expresidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), dijo que maestros de las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, Imbabura y Cotopaxi se unen a la medida. Y tres personas más en Guayaquil, donde ya hay otros huelguistas. Esmeraldas también prevé sumarse en los próximos días.
En total, son cerca de 50 maestros que se mantienen con la medida de hecho a nivel nacional. Unos están ubicados en las afueras de la Asamblea Nacional, en Quito, y otros en plazas de las ciudades de Guayaquil, Portoviejo y Cuenca.
Los docentes defienden lo aprobado por la anterior Asamblea Nacional, que estableció un salario básico del magisterio de $ 1.000 mensuales.
“Estamos exigiendo al Gobierno y a la Corte Constitucional (CC) que ratifiquen la plena vigencia de la LOEI, norma que promueve cambios en la educación y recupera derechos para los estudiantes como la protección frente al acoso y delito sexual, incorpora a profesionales especializados para la atención a estudiantes con necesidades educativas, integra al sistema las aulas de apoyo para personas con necesidades educativas especiales o discapacidad”, señaló Escala.
El extitular de la UNE responsabilizó al Gobierno y a la CC de las consecuencias en la salud de los maestros que están en huelga.
“Responsabilizamos de lo que pueda ocurrir de la salud de los huelguistas al gobierno de Lasso y magistrados de la Corte Constitucional, que no tenían la necesidad de llevarnos a este tipo de medidas”, apuntó, y agregó que los maestros ya sienten los estragos de la huelga de hambre como mareo, pérdida de masa muscular, dolor de cabeza y estómago.
Nota Original: El Universo – LINK