Pero no todos los que adquieren vuelos para esos destinos salen con las intenciones de hacer turismo. Una parte compra esos boletos con la premisa de poder usar México como un puente para llegar a los Estados Unidos. Aquello es algo que entre bastidores se comenta en las agencias de viajes y que se atribuye al incremento del flujo de viajeros a ese país.
El Gobierno mexicano aludió precisamente a condiciones migratorias ilegales que se están registrando para volver a exigir visa a los ecuatorianos desde el 4 de septiembre. La medida estará vigente hasta el 4 de marzo de 2022. La visa para entrar a ese país costará $ 44.
Al justificar esta decisión, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicó que “han detectado redes de organizaciones criminales dedicadas al tráfico ilícito de personas que hacían uso de esta facilidad” para utilizar su territorio como país de tránsito.
Además, refirió que ha registrado un incremento sustancial de ecuatorianos que ingresan a su territorio con finalidad distinta a la permitida.
“Esta decisión coadyuvará a la disminución de inadmisiones de nacionales ecuatorianos en puntos de internación en México al tener que contar con el visado correspondiente de antemano”, sostuvo la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Roberto Canseco, jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada de México en Ecuador, explicó que no requerirán visado para México los ecuatorianos que posean visa de residente permanente de Chile, Colombia, Perú, Canadá, Estados Unidos, Japón, Reino Unido y quienes tengan visa Schengen.
El retorno del visado a México podría frenar, al menos por ahora, el fuerte flujo de viajeros, y mermar la ocupación de los vuelos regulares y chárteres que salen a México, refieren en agencias. No obstante, un ejecutivo de una agencia consideró que, si por un lado es un impacto, quienes viajan realmente por turismo ya no estarán preocupados y con temor de que los deporten.
Actualmente, dos aerolíneas dan servicios directos a los destinos mexicanos: Aeroméxico y Aeroregional, que ofrece salidas en la modalidad de chárter, algunos con salidas desde Latacunga.
De enero a mayo, la Dirección de Aviación Civil de Ecuador contabilizó 385 operaciones aéreas desde Quito y Latacunga hacia México (en servicio regular y no regular) de estas dos compañías.
La ocupación en esos vuelos es importante. De hecho, Aeroméxico, que volvió a retomar sus vuelos en agosto del año pasado tras los duros meses de pandemia, este 2021 aumentó dos frecuencias y pasó de siete a nueve vuelos semanales.
El flujo migratorio que registra el Ministerio de Gobierno de Ecuador es una radiografía de cómo ha ido creciendo la salida de ecuatorianos a México. En el 2017 viajaron a esa nación 39.956 personas, y un año después, cuando se dejó de pedir visa, la cifra saltó a 51.754 personas.
La explosión de viajeros llegó en el 2019 con 119.280. Durante el 2020, en plena pandemia del coronavirus y con la restricción de operaciones, las salidas llegaron a 54.258. De enero a julio de este año, la cifra de salidas se sitúa ya en 88.696 personas. En ese periodo entraron a Ecuador 34.331 personas, es decir, un alto porcentaje no vuelve.
Lorena Mena, ecuatoriana que dirige Continente Móvil, consultora con base en Tijuana que realiza estudios de migración, indicó que esta medida de volver a exigir visa a los ecuatorianos ya se veía venir. “En ciudades de la frontera norte mexicana, especialmente Ciudad Juárez, frontera con El Paso (Texas), hemos estado observando un flujo inusual de ecuatorianos”, afirmó.
Desde mediados de 2019, cuando los albergues se llenaron de centroamericanos (por las caravanas) buscando asilo en EE. UU., Mena señaló que también notaron presencia de ecuatorianos en esas listas, y meses después, pese a la pandemia, han seguido llegando.
La especialista mencionó que la Patrulla Fronteriza de EE. UU. en el año fiscal 2020 (que va de octubre de 2019 a septiembre de 2020) detuvo a más de 12.800 ecuatorianos intentando cruzar. Y en lo que va del año fiscal 2021, ya superan las 72.000 detenciones, números altos después de los detenidos de origen centroamericano.
Para la especialista, esta es una medida que intenta frenar estos flujos, más por presión estadounidense, por la crisis de desplazados que está ocurriendo en esta región y por las políticas de securitización que obligan a México a ser un embudo, por lo que tiene atrapados a muchos migrantes.
Ella consideró que el visado va a reducir estos números de ecuatorianos, pero no a detener del todo el uso de México como territorio de paso. “Los traficantes y coyotes tendrán otra excusa para subir la tarifa, y provocará que, al no poder entrar vía aérea, los ecuatorianos usen rutas terrestres irregulares como hacen cubanos, haitianos, venezolanos, centroamericanos y africanos. Por tanto, el riesgo aumenta”, sostuvo.
Nota Original: El Universo – LINK