El ministro anunció que se coordina con el Ministerio de Obras Pública y otras entidades competentes para continuar los 6 kilómetros de carretera que faltan por construir pero con características ecológicos. Por ejemplo, un ancho de vía de 4,5 metros y puentes de dosel (una técnica de salvaguarda ambiental que permite el libre tránsito de especies).
“Queremos garantizar el acceso de las poblaciones pero con características ecológicos”, insistió el secretario de Estado quien reiteró que la prefectura local inobservó la normativa ambiental al continuar la construcción pese a no contar con la licencia que le facultaba a ejecutar la obra.
Por esta razón y con el fin de evitar más daños al ecosistema, la Secretaría de Estado dispuso en enero la suspensión de la construcción que ya había sido parada en agosto de 2015, bajo el compromiso de la prefectura de empezar un proceso para la obtención de una nueva licencia ambiental.
Ortega dijo que, una vez que en agosto la prefectura reconoció que no contaban con una licencia vigente, el Ministerio de Ambiente otorgó todas las facilidades para la nueva solicitud. “Lastimosamente, cinco meses después, posterior a las observaciones planteadas y al acompañamiento del Ministerio, se hizo caso omiso y no se respondieron a las observaciones por lo que el proceso se autoarchivo, según dispone la normativa”; indicó.
El ministro ratificó que la suspensión de la obra es definitiva y que la prefectura tendrá que resarcir los daños causados a la naturaleza en un área aproximada de 473 hectáreas.
Reafirmó también que se trata de un tema técnico que esencialmente tiene que precautelar el bien común y el respeto a la ley y que, lastimosamente, se quiere politizar
El Bosque protector Kutukú y Shaimi comprende 311.500 hectáreas y existen aproximadamente 553 especies forestales, en su mayoría arbóreas. Además de contar con una gran riqueza faunística con 480 especies de aves, 82 mamíferos, 81 anfibios y 42 reptiles.