«Estos son tiempos oscuros para nuestra Nación, ya que mi hermosa casa, Mar-A-Lago en Palm Beach, Florida, está actualmente sitiada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI», dijo en un comunicado publicado en su red social Truth.
«Es una mala conducta procesal», dijo Trump y la consideró «un ataque de los demócratas de la izquierda radical que desesperadamente no quieren que me postule a la presidencia en 2024».
El FBI aún no ha confirmado el registro ni ha dicho para qué podría ser, y Trump está en el centro de una serie de investigaciones legales. El Departamento de Justicia estadounidense está investigando el ataque del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos por parte de una turba de partidarios de Trump, incidente que también es investigado por un comité de la Cámara de Representantes.
Pero el fiscal general Merrick Garland aún no ha señalado a ningún culpable. «Tenemos que hacer rendir cuentas a todas las personas que sean penalmente responsables de intentar anular unas elecciones legítimas», dijo recientemente, subrayando que «ninguna persona está por encima de la ley».
Varios medios que citaban a fuentes cercanas a la investigación informaron que agentes ejecutaban una búsqueda autorizada por un tribunal relacionada con el posible mal manejo de documentos clasificados que habían sido enviados a Mar-A-Lago.
Los Archivos Nacionales dijeron en febrero que habían recuperado 15 cajas de documentos de la propiedad de Trump en Florida. Según el diario The Washington Post, había textos altamente clasificados, que Trump se llevó de Washington tras su derrota electoral de 2020.
Los documentos y recuerdos –que también incluían correspondencia del expresidente Barack Obama– deberían haber sido entregados por ley al final de la presidencia de Trump, pero en cambio acabaron en su complejo de Mar-a-Lago.
La recuperación de las cajas suscitó dudas sobre el cumplimiento por parte de Trump de las leyes sobre registros presidenciales promulgadas tras el escándalo Watergate de los años 70, que exigen a presidentes preservar los registros relacionados con la actividad de su administración.
Los Archivos Nacionales solicitaron entonces que el Departamento de Justicia abriera una investigación sobre las prácticas de Trump.
El personal de la Casa Blanca también descubrió regularmente fajos de papel que atascaban los inodoros, lo que les llevó a creer que Trump trató de deshacerse de ciertos documentos, según un libro de Maggie Haberman, periodista del diario The New York Times.
Los esfuerzos por anular los resultados de las elecciones de 2020 también están siendo investigados en el estado de Georgia, mientras que sus prácticas empresariales están siendo investigadas en Nueva York.
El magnate inmobiliario aún no ha declarado oficialmente su candidatura para las elecciones presidenciales de 2024, aunque en los últimos ha mostrado fuertes indicios de que está en sus planes.
En momentos en que el índice de aprobación del presidente demócrata Joe Biden está por debajo del 40% y que se prevé que los demócratas pierdan el control del Congreso en las elecciones de mitad de mandato de noviembre, Trump parece optimista de que podría aprovechar la ola republicana para regresar a la Casa Blanca en 2024.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK