El asesinato ocurrió en Guayaquil, en una zona conocida como Ciudad de Dios.
Según las primeras versiones, la mujer había pedido aproximadamente a las 01:00 a los policías que la trasladen hasta su domicilio. No había transporte ya que regía el toque de queda decretado por el gobierno el pasado 1 de noviembre.
Tras recorrer unas cuadras, el vehículo policial fue atacado a tiros por desconocidos. Ocurrió cuando el vehículo estaba a la altura de La Ladrillera.
El objetivo del ataque era la mujer, que viajaba en el asiento posterior. Fruto de esta arremetida resultó herido en un brazo un servidor policial.
Busca de apoyo
Tras el ataque, el vehículo policial fue al hospital de Monte Sinaí dónde se comprobó el deceso de la mujer y se le dieron los primeros auxilios al policía.
En el parabrisas de la patrulla, una camioneta de doble cabina, quedaron los orificios de los disparos realizados por los atacantes.
Según las primeras versiones serían cuatro los atacantes, los que se movilizaban en dos motocicletas.
El ataque se produjo a pesar de que el presidente Guillermo Lasso firmó el martes 1 de noviembre el decreto ejecutivo 588 en el que estableció el estado de excepción para Guayas y Esmeraldas.
La medida incluye el toque de queda desde las 21:00 hasta las 05:00 del día siguiente. Al menos 8 000 policías custodian la ciudad en colaboración con 1 400 militares.
El 4 de noviembre dictó una medida similar para Santo Domingo de los Tsáchilas.
La disposición se dictó como respuesta a una ola de violencia que dejó como saldo cinco policías asesinados y seis heridos en Guayaquil y Durán y una serie de ataques con explosivos a delegaciones policiales, estaciones de servicio y locales comerciales.
Los ataques estaban conectados con el traslado y rotación de unas 1 500 personas privadas de la libertad desde la Penitenciaría del Litoral.
Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK