Cabezas detalló que este procedimiento se ha llevado con irresponsabilidad y explicó que es la primera vez que se hace un censo con censitas contratados para lo cual el Gobierno se endeudó con el Banco Mundial por un monto aproximado de USD 80 millones. “No se sabe dónde se ha utilizado la plata porque hasta la fecha hay censistas a los que no se les ha pagado, se incumplió con su contrato y hay vulneración a los derechos laborales”, enfatizó Cabezas.
Agregó que muchos de los censistas tuvieron que renunciar porque fueron víctimas de la delincuencia. Además, varias chicas sufrieron acoso sexual frente a lo cual el INEC no ha respondido. Asimismo, Cabezas denunció que los trabajadores en este proceso “nunca tuvieron una capacitación” de cómo debían realizar el trabajo.
Según Cabezas, hubo un rubro establecido para el INEC, de USD 56 millones, “ellos endeudaron el país aún teniendo recursos”, dijo y agregó que el Ministerio de Finanzas tuvo que retirar a la entidad ese monto porque desde el INEC se decidió no utilizar esa dinero y “no planificar”.
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