Cerca de 200 personas pretendieron entrar “a la voz de que vamos a incendiar el cuartel, situación fuera de contexto en una sociedad civilizada”, señaló Vaca en una rueda de prensa. Empezaron a lanzar piedras, algunos realizaron detonaciones con armas de fuego. También lanzaron bombas molotov. Ocurrió alrededor de las 02:00 de este domingo.
La Policía presume que las 200 personas que intentaron ingresar al cuartel recibieron información descontextualizada sobre la muerte de un ciudadano en Vinces, que falleció tras una persecución policial.
“Estamos frente a actos vandálicos y quizá hasta terroristas por parte de estas personas. Tenemos los videos, van a ser parte de una investigación a través de Fiscalía para individualizar las responsabilidades”, aseguró el Comandante.
Sugirió que “si hay que judicializar a las 200 personas, Fiscalía va a tener un buen trabajo con ese profesionalismo que les caracteriza. Estamos seguros que se va a hacer justicia”.
Antecedente del ataque a la unidad policial
Hubo una persecución antes de que el grupo de personas ataque a la unidad policial. Vaca relató, con base a los partes policiales, que seis servidores realizaban un operativo de rutina en Vinces. El operativo de cierre de bares y control de libadores se efectuaba cerca al centro nocturno Ático.
Un vehículo tipo camioneta con dos ciudadanos a bordo arremetió contra los policías, sin motivo alguno, según Vaca. Los servidores inician la persecución. Tratan de verbalizar para que se detenga el vehículo y el conductor sacó un arma. Hizo cuatro detonaciones en total.
Fue en la segunda detonación que hizo tres disparos y los policías “hicieron uso legítimo de su arma de fuego para repeler la agresión”. El vehículo quedó en la cuneta y los servidores presumieron que el conductor fue impactado. Disparó en total siete municiones y todavía tenía el arma en su poder, contó Vaca.
Los policías llamaron una ambulancia y trasladó al hombre, de aproximadamente 35 años, a una casa de salud. Minutos más tarde falleció por dos impactos de bala, uno fue en la cabeza.
Según el Comandante, los mismos familiares del fallecido comentaron que su actitud no fue la adecuada y que en una ocasión anterior fue obligado a pedir disculpas públicas por su actitud de beligerancia y rebeldía, por situaciones relacionadas con controles policiales.
Los familiares también alertaron a los policías que se acercaba una turba y que se debían retirar. La mayoría de esas personas estaban bajo efectos por la ingesta de bebidas alcohólicas, acotó Vaca.
Hay cuatro patrulleros con los parabrisas rotos y dos motos incineradas. Además, por el impacto de las bombas molotov al interior de la unidad de policía, dos vehículos pequeños y un bus quedaron incinerados. Vehículos particulares de los servidores también resultaron con daños. Vaca cuestiona la actitud de la turba cuando la Policía tiene escases de equipamiento.
Ningún policía resultó herido, quedaron golpeados. Hay un detenido, una persona que se presentó como hermano del fallecido y que habría sido parte de la turba.
Policía dice que no fue homicidio
Hasta poco más del medio día de este domingo, cuando habló Vaca, los policías que dispararon al ahora fallecido continuaban con sus procedimientos. No estaban detenidos, pero asistirán a la audiencia de flagrancia porque no se trata de un homicidio ni de un exceso de fuerza, justificó el Comandante.
Sin embargo, dijo que si el Fiscal dispone lo contrario se acatará la disposición. Aclaró que posterior al evento, se determinó que el arma del conductor sería un arma de tipo traumática, que tiene las mismas características físicas y visuales de un arma real.
Vaca considera, con base a su experiencia, que el policía disparó contra el conductor en legítima defensa ante las reiteradas detonaciones. «Más aún en el clima de zozobra que vive toda la región litoral, sabemos que en Los Ríos el sicariato es el pan de cada día», expresó al justificar la actuación del servidor.
Fuente: El Comercio – Nota original: LINK