Nuevos disturbios, la retención de guías penitenciarios y de funcionarios, y hasta amenazas de huelgas de hambre se registraron en varias cárceles de Ecuador, la tarde de este 1 de noviembre.
El Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI) aseguró, cerca de las 22:00, que los incidentes «fueron controlados, sin ceder a las intimidaciones y extorsiones de un determinado grupo de delincuencia organizada». «El Estado hizo prevalecer su autoridad retornando a una relativa normalidad en el sistema penitenciario», afirmó en un comunicado.
Los incidentes
Uno de los penales involucrados en los desmanes fue el de Turi en Cuenca (Azuay), donde desde la tarde del miércoles varios guías fueron retenidos por los reos. Además, otros privados de libertad salieron a los techos de esta cárcel, como ha ocurrido en disturbios anteriores.
Según un reporte de Ecuavisa, en total, fueron retenidos 32 agentes que laboran en el pabellón de mediana y mínima seguridad. El Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI) confirmó a través de un comunicado inicial que en «algunos centros se generaron incidentes, debido a amenazas de un grupo de delincuencia organizada contra autoridades y funcionarios».
Pero no se mencionó con exactitud los nombres de las cárceles inmersas en los disturbios, ni las provincias donde se encuentran.
Según la cadena Ecuavisa, en la cárcel de Cotopaxi los prisioneros retuvieron a 32 agentes penitenciarios en el pabellón de mediana seguridad. Por precaución, el personal administrativo fue evacuado. Otros 11 funcionarios, entre ellos el director del centro y su chófer, fueron retenidos en la cárcel de Archidona.
Nueve de las víctimas fueron liberadas horas después, menos la autoridad. También ocurrieron protestas en las cárceles de Loja y en Ambato, Tungurahua, donde 10 guías fueron retenidos. El objetivo de la revuelta, según las autoridades, es presionar por el traslado de presos ligados a un grupo criminal a otros penales.
Sobre el pedido de los presos, el SNAI señaló que se trata de una «intimidación y chantaje al Estado ecuatoriano». Debido a ello, la autoridad penitenciaria ya ha presentado una denuncia ante la Fiscalía.
Además de la retención de los guías, internos de otros penales han amenazado con huelgas de hambre. Las prisiones del país son una de las causas de la crisis de inseguridad, al estar controladas internamente por las bandas criminales.
No es la primera que los reos mantienen a funcionarios como rehenes, la última vez fue en agosto de 2023 en la cárcel de Turi. Y en abril pasado, integrantes de Los Lobos retuvieron a guías penitenciarios en Cotopaxi, como una medida de presión para exigir el traslado de sus cabecillas desde la cárcel en La Roca, en Guayaquil, a Latacunga.
Fuente: Primicias