En total suman 29 los migrantes expulsados de Chile. De los cuales, 19 cometieron delitos como robo y porte ilegal de armas, entre otros. Mientras que los 10 restantes habían ingresado de manera irregular al territorio chileno.
En lo que va del año Chile expulsó a 821 extranjeros. En este total se incluye 556 migrantes vinculados a casos judiciales relacionados la seguridad pública.
«Estamos trabajando arduamente para que las expulsiones administrativas y judiciales de las personas que han cometido delitos en nuestro país o que han infringido normativa migratoria se realicen de acuerdo a la normativa vigente y de forma expedita», dijo el director del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer, citado en el comunicado.
Política migratoria endurecida
Según Thayer, más de 130.000 personas se empadronaron ante las autoridades para regularizar su situación en el marco de un plan para subsanar el déficit de información respecto de la identidad de extranjeros que ingresaron irregularmente en los últimos cinco años, en su gran mayoría provenientes de Venezuela.
El gobierno del presidente Gabriel Boric endureció su política contra inmigrantes irregulares con un plan de fortalecimiento de las tareas de control territorial por parte de los cuerpos policiales, delineado ante el incremento de los índices de delincuencia y de datos récord en la percepción de inseguridad pública entre la población.
Desde 2017, Chile registra un aumento exponencial en la llegada de migrantes de Venezuela, miles de los cuales cruzaron caminando la frontera por Bolivia o Perú a través de pasos clandestinos. De acuerdo con estimaciones oficiales, de los 1,7 millones de extranjeros que llegaron a Chile en los últimos años casi la mitad son venezolanos.
Fuente: Primicias