Cerca de la medianoche del viernes, un fuerte contingente policial irrumpió en la Embajada de México en Ecuador, ubicada en Quito, para detener al exvicepresidente Jorge Glas.
Esto luego de que dicho país concedió el asilo político al exsegundo mandatario y el Gobierno ecuatoriano enfatizó que no otorgará el salvoconducto para su salida.
Varios vehículos blindados ingresaron por la puerta principal de la sede diplomática en un megaoperativo.
Al salir con Glas a bordo de uno de estos automóviles, el Embajador encargado, Roberto Canseco, criticó el accionar del gobierno ecuatoriano y denunció que esto corresponde a una ilegalidad.
Luego de la intervención, el Gobierno confirmó la detención de Glas y agregó que el exvicepresidente fue puesto a órdenes de las autoridades competentes. A través de un comunicado, la Presidencia enfatizó que el operativo se dio «en defensa de la soberanía nacional», frente a la sentencia ejecutoriada que pesa sobre el exsegundo mandatario, y declaró: «Ningún delincuente puede ser considerado perseguido político».
Por su parte, el presidente de México, Manuel López Obrador, declaró la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador, tras la irrupción de la embajada de ese país en Ecuador, a la que calificó como una «violación flagrante» al derecho internacional y a la soberanía de México.
Durante una rueda de prensa, la excandidata presidencial por la Revolución Ciudadana, Luisa González, exigió la renuncia del presidente Daniel Noboa, a cuyo gobierno calificó de “improvisado” y “autoritario”.
Por su parte, la asambleísta Viviana Veloz adelantó que, desde el Legislativo, se impulsará un juicio político contra la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, el ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo y la canciller, Gabriela Sommerfeld. Además, enfatizó que el correísmo se convertirá en oposición al Gobierno en el Parlamento.