La candidata demócrata y su adversario republicano harán campaña hoy en este distrito que otorga 19 electores, una cifra importantísima que puede asegurar la marcha hacia la Casa Blanca

Combinación de imágenes de la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, cerca a la Casa Blanca, en Washington, el 29 de octubre de 2024, y el exmandatario y candidato republicano, Donald Trump, en Madison Square Garden, el 27 de octubre de 2024. Foto: AP

Kamala Harris Donald Trump juegan sus últimos recursos políticos y económicos de la campaña electoral en Pensilvania, un distrito clave para triunfar en los comicios presidenciales. Sin los 19 electores de Pensilvania, será muy difícil a cualquier candidato recuperar terreno en una elecciones que están parejas como nunca en la historia de los Estados Unidos.

Harris hará actos de campaña en Scranton, Allentown, Pittsburgh y Filadelfia, mientras que Trump visitará Reading y Pittsburgh, como su competidora demócrata. En 2016, Trump venció a Hillary Clinton por menos de un punto (0,7 por ciento), y en 2020 fue derrotado por Joe Biden con la mínima diferencia (1,2 por ciento).

Además de los actos masivos y los festivales musicales, Harris y Trump decidieron gastar más 30 millones de dólares en publicidad para reforzar sus discursos. Esos avisos corren en los medios tradicionales y en las redes sociales. La candidata demócrata hace hincapié en su programa económico, en tanto que el ex presidente republicano describe una catástrofe para Estados Unidos si es derrotado mañana en los comicios.

La elección se define en siete estados: Pensilvania (19 electores), Georgia (16), Carolina del Norte (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6), frente a la paridad que exhibe la campaña entre Harris y Trump.

Pero Pensilvania, como ningún otro distrito bisagra, muestra la confrontación que divide a Estados Unidos en los comicios presidenciales de este año. La fractura atraviesa poblados, etnias y pertenencias sociales.

Por ejemplo: en Lehigh Valley hay votantes de origen portorriqueño que elegirán a Trump pese al acto del Madison Square Garden, adónde un humorista republicano descalificó a su tierra natal. Y a cien kilómetros de Lehigh, votantes afroamericanos en Filadelfia hacen campaña a favor de Harris, que promete defender sus derechos en el Salón Oval.

Harris necesita triunfar en Pensilvania, y por eso estará allí en el día previo a los comicios. Trump visitará ese distrito para no dar ventajas a la vicepresidenta demócrata, pero en su estrategia electoral asume que debe vencer -sí o sí- en Carolina del Norte, que otorga 16 electores.

“Es la peor vicepresidenta en la historia de Estados Unidos”, señaló el candidato republicano en un acto celebrado en Gastonia (Carolina del Norte). Y añadió: “Harris no tiene visión, ideas o soluciones, lo único que sabe decir es Donald Trump, Trump, Trump”.

La vicepresidenta también golpea a Trump, aunque su campaña en los últimos días estuvo centrada en recuperar los votos que siempre pertenecieron al partido Demócrata. Ayer estuvo en Michigan, un estado importante para su estrategia de campaña, ya que concede 15 electores y la paridad es absoluta con Trump.

Michigan tiene la comunidad libanesa más grande de los Estados Unidos, y eso pesará en los comicios del 5 de noviembre. Una importante cantidad de votos demócratas ya han decidido que no apoyarán a Harris por la posición de Joe Biden en la crisis de Medio Oriente.

Trump hizo una fuerte campaña en Michigan, fundamentalmente en la ciudad de Dearborn (con 54% de población árabe-estadounidense-), y eso intentó neutralizar Harris en su gira por Michigan.

“Tenemos una oportunidad en estas elecciones de finalmente pasar página a una década de política impulsada por el miedo y la división”, dijo Harris en obvia referencia a Trump. Y completó: “Estamos cansados de eso. Estamos exhaustos de eso. Estados Unidos está listo para un nuevo comienzo, listo para un nuevo camino hacia adelante donde veamos a nuestro compatriota estadounidense no como un enemigo, sino como un vecino”.

Cuando termine de recorrer Pensilvania, Trump hará su cierre de campaña en Michigan, como ya hizo en 2020. Y luego partirá a Palm Beach (Florida) a esperar los resultados.

Kamala, en cambio, termina su recorrido proselitista en Filadelfia y vuela a la noche rumbo a Washington DC, donde seguirá el conteo electoral.

Fuente: Infobae – Nota original